Son más de 3,100 kilómetros de línea fronteriza los que separan a México de Estados Unidos, dos naciones hermanas con gente buena y fraterna. Miles de personas la cruzan todos los días por sus 22 accesos migratorios y miles más lo intentan caminando por el terrible desierto o el amenazador Río Bravo; 376 seres humanos murieron en ese trayecto en 2018. En su país de origen tienen miseria, violencia y cero posibilidades de desarrollo; del otro lado un sueño americano los espera.

En el primer semestre del año, más de 47 mil niños migrantes cruzaron solos el territorio mexicano para llegar a  Estados Unidos, confirma el Instituto para las Mujeres en la Migración, muchos de ellos provenientes de El Salvador, Guatemala y Honduras. Una tragedia humanitaria que no debe permitirse.

Es ahí donde existe una red de albergues que brindan amor, alimento y resguardo a miles de niños que han sido deportados, se llama Casa YMCA para Menores Migrantes. En Tijuana, Ciudad Juárez, Piedras Negras y Agua Prieta tienen su casa administrada por YMCA México, con apoyo de las YMCA de Estados Unidos y Canadá. La YMCA es una organización internacional fundada en 1844 con actividades en 119 países y más 700 mil voluntarios. En México tienen  fuerte presencia en Chihuahua, Coahuila, Baja California Norte, CDMX, Guanajuato, Sonora y Morelos. El

Movimiento YMCA es laico y abierto a todos, promueve el desarrollo integral del ser humano en espíritu, mente y cuerpo a través de una amplia red de centros comunitarios, hostales, campamentos e instalaciones deportivas de alto nivel.

Por su gran contribución a la paz y a la integración comunitaria de población en condiciones de vulnerabilidad, me entero que el respetado Centro Mexicano para la Filantropía A.C., (CEMEFI) concedió a YMCA México el “Reconocimiento al Compromiso con los Demás”. Un reconocimiento a sus más de 100 años de ardua labor social en México y su capacidad de contribuir al fortalecimiento y desarrollo de la filantropía: amor por los demás.

En 1997 recorrí la zona de playas en Tijuana y el Parque de la Amistad del otro lado del muro como voluntario juvenil de YMCA León, fue impactante ver dos realidades separadas y conversar con activistas de todo el mundo. Las Casas YMCA son hogares provisionales sin costo para miles de niños que en su intento por cruzar la frontera sin documentos, son detenidos, arrestados y deportados a México por las autoridades migratorias. Gente de gran valía ha aportado su talento, tesoro y tiempo: Mike Lewis, Uriel González, Oscar Escalada, Fernando Ondarza, Ernesto Gaona y muchos más.

Soy testigo fiel del impacto del voluntariado en las personas.  Ser voluntario es una forma de servicio, de entregarse a los demás en la construcción de comunidades fuertes. Tú puedes contribuir con tiempo y recursos con las asociaciones de tu barrio o ciudad, busca tu pasión y que tus acciones transformen la realidad que te rodea. ¡Felicidades a YMCA México! Gracias por su compromiso con los demás.

@JUANP_DELEON
hola@juanpablodeleon.com

Google News