La pandemia le dio un golpe duro al empleo, puesto que a finales de marzo 2020 pararon todas las actividades que no se consideraban como esenciales para evitar contagios. Con ese golpe se perdieron alrededor de 12 millones de empleos, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Con el paso del tiempo se han retomado diversas actividades económicas y con ello se ha recuperado poco a poco el empleo. Al grado que la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo nueva edición (ENOE-N) con datos de mayo 2021 mostró que sólo falta recuperar 158 mil empleos a nivel nacional para regresar a los niveles prepandemia.

Querétaro desde el primer trimestre de este año también ha mostrado signos de recuperación laboral. En este periodo, el total de población ocupada se ubicó en 960 mil 340, cifra 7% mayor que la del primer trimestre de 2020.

Esto de inicio parece ser una buena noticia pues en términos absolutos ya se superó el nivel previo al choque. Sin embargo, en mayo de 2021 se registró la novena tasa de ocupación más baja del país. Esto se refiere a la proporción de población económicamente activa que tiene un trabajo.

Entonces, ¿ya superamos la crisis de empleo? La respuesta simple es no, porque la calidad de los empleos a los que los trabajadores han regresado no es la misma que antes. Tres datos que reflejan esta situación para los queretanos:

Hay mayor desempleo. A finales de marzo 2021, el número de personas en el estado que buscaban trabajo sin tener suerte fue 52% mayor que el año pasado. Además, el número de personas disponibles para trabajar, pero que no buscan un empleo activamente, fue dos veces mayor.

Los trabajadores ahora ganan menos. Los grupos de trabajadores que han crecido son aquellos que registran ingreso menores —de dos salarios mínimos o menos—, mientras que los grupos de trabajadores con ingresos más altos han disminuido.

Las mujeres no se han recuperado tan rápido como los hombres y han optado por actividades que las dejan en una posición más vulnerable. Mientras los queretanos ocupados aumentaron en 11%, las queretanas ocupadas solo lo hicieron en 2% entre el primer trimestre de 2020 y el de 2021. Además, los hombres han regresado en mayor medida como empleados (con un ingreso más estable), mientras que las mujeres han elegido esquemas más flexibles como el trabajo por cuenta propia. Esta última categoría tiende a tener menores salarios y carecen de acceso a la seguridad social.

En la nueva normalidad es fundamental tener estos datos frescos, puesto que, si los gobiernos quieren combatir la pobreza laboral, se necesitan políticas públicas para agilizar la creación de empleos que ofrezcan mejores condiciones. Ese será un desafío relevante para la nueva administración.

Directora de Sociedad Incluyente del @IMCOmx. 
@Fatima_Masse

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