Si el asunto de la suspensión de ascenso y descenso llevaba mano pero luego le quitó su lugar el tema del cambio de sede de los Monarcas a Mazatlán, ahora quien les dice “quítense que ahí les voy”, es el escabroso caso de la máquina cementera de la Cruz Azul, a cuyos directivos encabezados por Guillermo Álvarez, se les acusa de una serie de delitos que pueden ocasionar la desafiliación del equipo si el reglamento se aplica como debe ser.

Esta pandemia vaya que le ha pegado y duro al futbol mexicano en las últimas semanas, por lo que la Femexfut y su rama de Primera División tienen muchos problemas por resolver y muy serios.

Yon de Luisa y Enrique Bonilla habrán de tener reuniones emergentes con todos sus colaboradores, por lo pronto desde casa vía Internet, a menos que lo hagan presencialmente con todos los protocolos sanitarios requeridos.

El caso es que aún no terminan de resolver un asunto, cuando ya se les acumuló uno más, éste, el delicado tema cruzazulino.
Sucede que Guillermo Álvarez, Presidente de Cruz Azul ha sido acusado y señalado por malversación de fondos, lo que exhibe de mala forma la imagen del club, porque esto atraerá situaciones adversas debido a sus actos.

Ya no sólo se le han venido encima más de dos décadas sin ser campeón de Liga, y este semestre cuando mejor marchaba siendo líder, la pandemia ocasionó la cancelación del Clausura 2020. La mala fortuna no cabe duda, persigue a los cementeros.

Recordemos que en 2010 Billy Álvarez fue expulsado de la Cooperativa por un grupo de socios disidentes, entre demandas por fraudes y lavado de dinero, movimiento que lideró su hermano Alfredo, y que hoy, junto con su cuñado Víctor Garcés, también están siendo investigados.

La Unidad de Inteligencia Financiera, los tiene en la mira, y aunque Billy Álvarez se amparó desde abril pasado porque ya sabía lo que podía venir, a los tres les han sido congeladas sus cuentas por los delitos antes mencionados.

En el plano deportivo, los rumores no se han aplacado y el que toma más fuerza es el tema de la desafiliación del Cruz Azul, club con gran historia, con carisma, aquel tricampeón de los años 70, de grandes figuras nacionales y extranjeras que desde su ascenso se ganó miles de seguidores en todas las plazas del país.

Hoy, si se aplica el 66 del reglamento de nuestro balompié, pueden ir despidiéndose, y todo por las “cruzazuleadas” de sus dirigentes, veremos qué pasa. Hasta la Próxima.

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