¡Un buen trato merece una buena propina!,  ¡nunca te vayas sin dejar  lo correspondiente a un mesero sonriente, excelente presentación, amable, educado, flexible, poliglota, que sabe de todo, incluso más que un guía de turistas, casi casi es adivino porque dependiendo tus caras, muecas o gestos sabe perfectamente lo que te hace falta.

¡Dime a donde viajas y te diré cuanto dejar de propina! Cuando viajamos regularmente no ponemos atención a este punto, por que el descubrir nuevas culturas y fascinarnos con uno de los grandes placeres de la vida al saborear la gastronomía del lugar hace que este punto no cobre mucha relevancia,  pero créanme es importante saber que cada nación tiene diferentes usos y costumbres en el servicio y por ende la  aportación de un porcentaje adicional como gratificación varía. Hay lugares en donde con solo dar las gracias es más que suficiente, pero otros en cambio tienen estipulado un porcentaje especifico, aunque te damos un tip, hay estándares alrededor del mundo.

En Canadá y Estados Unidos se acostumbra dar entre un 15 y un 20%  dependiendo de qué tan buena fue la atención y el servicio, en Brasil, Chile, Colombia,  Ecuador, México y Nicaragua se acostumbra entre un 10 y un 15%, en Costa Rica viene obligatoriamente incluida en tu cuenta con un 15%  y en Perú no viene en la cuenta pero la regla es dejar  el 15%, y ¡atención! en China no se acostumbra la propina, aunque si te da un poco de pena, puedes dársela al mesero en su propia mano, y no sentirte ofendido si tu retribución es rechazada, lo mismo sucede en Japón y Corea del Sur.

Hospitalidad, amabilidad, sentirte importante, mostrar comprensión, tolerancia, y apreciar un ambiente como si estuvieras en casa, son parte de la cultura turística que en muchas ocasiones nos falta. Llegamos a un lugar y no sabemos cómo tratar al mesero, y a su vez el mesero en ocasiones no sabe cómo abordar a un cliente difícil. Lo mejor que podemos hacer en estos casos es ponernos en sus zapatos y tratarlo de la misma manera que quieres ser atendido. Saber tratar con el personal al sitio que vas parte de la experiencia de generar un entorno agradable para ser bien atendido y tener una estancia una más agradable

Algunas de las recomendaciones son; la sonrisa ante todo, ¡en el pedir está el dar!,  y si solicitas la cosas de buena manera, la persona que lleve el menú se sentirá agusto atendiéndote,  háblale  por su nombre, regularmente los meseros lo portan en la camisola, y que mejor que sentirte como en casa llamándolo familiarmente (no con sonidos extraños ni apelativos despectivos, de esta forma se muestra respeto y valora lo que está haciendo). “Por favor y gracias”  son palabras mágicas en cualquier lugar, también es importante decir que si aún no estás listo para pedir, no lo llames hasta que estés decidido para no crear un clima incómodo. Y si tú estás de buen humor y el mesero no tiene buena actitud, pide al capitán hacer un cambio, así evitaras las afamadas artimañas en los platillos para hacerte pasar un mal rato.

Les recomiendo la página este programa surgió en el Distrito Federal hace 6 años, en busca de la capacitación de su personal y con ello profesionalizar su labor de atención al cliente, ahí encontraras, los porcentajes adecuados para dejar tu propina e incluso poder reportar malos tratos por parte de alguno de ellos, ya que están asociados con Las cámaras Nacional de Comercio (Canaco) y de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados.

Sin duda, salir de un lugar con una gran sonrisa es sinónimo de buena atención y la compañía del mesero hasta tu salida señal de una excelente propina.  Ahora sí, ¡Barriga llena corazón contento! ¡Excelente jueves!

Google News