Si bien aún falta mucho tiempo para la recolección de apoyos ciudadanos para lograr el registro oficial como candidatos para los aspirantes sin partido —fueron 4 meses—, al paso que van no les alcanzará a ninguno de ellos para conseguir las 866,593 firmas. Entre todos, al cierre del 3 de noviembre, apenas han recolectado 142,351 apoyos. Dicen que el problema es del INE, falla su plataforma digital.

No cabe duda de que la ambición de más de algún “aspirante” fue recibir el papel del INE, esos apenas han reunido “un apoyo” ciudadano. Por eso fueron más de 50 los inscritos, aunque en la primera eliminación varios de ellos se quedaron con al deseo de figurar un rato más. Seguramente les pareció divertido participar sin la más absoluta responsabilidad. Y así van subiendo los apoyos hasta alcanzar la cifra de 53 mil firmas digitales, que para el caso es Margarita Zavala Gómez del Campo, quien con todo y el respaldo económico y operativo que se carga, va mucho muy lenta en la recolección de apoyos con sus 22,996 auxiliares distribuidos en todo el territorio nacional. Ella y los posibles en acceder seriamente a la candidatura presidencial —no pasarán de tres— se quejan de lo mismo, problemas del INE y su plataforma digital.

Y mientras esto sucede, Lorenzo Córdova Vianello, presidente del Consejo General del INE, se mete en asuntos que no son de su competencia y pide que se nombre al fiscal de la Fepade. Pero nadie le hizo caso. La aglutinada oposición en el Senado —PAN, PRD, Morena y PT— mientras tanto, se quedó sin materia de discusión estéril por el desistimiento del trámite de reinstalación que ante ellos había promovido Santiago Nieto Castillo. Irreflexivos e intransigentes los belicosos senadores exigían la asistencia de Nieto al Senado, aunque fuese en Comisión, ya no en el Pleno; y ni eso les concedió el destituido. Literalmente Santiago los “bateó”.

Ya sin materia de discusión, los senadores ahora enfrentan la necedad de nombrar a otro fiscal de la Fepade, para que cubra el periodo que le faltó a Santiago Nieto, que vence a finales del año próximo. Por eso, se aferran al Artículo Transitorio de las reformas político-electorales aprobadas por Ricardo Anaya y ex compañeros de la pasada Legislatura Federal de 2014. Pero, como no tienen reglamentación alguna que los guie, ahora elaboran el proyecto de convocatoria dirigida a la ciudadanía que podrían emitir la semana que inicia. Un fiscal electoral para 10 u 11 meses aproximadamente. Después será el procurador o fiscal general el que nombre al fiscal electoral, salvo que se les ocurra volver a reformar la Constitución y le quiten la atribución que no ha ejercido el Poder Ejecutivo.

Y mientras todos están enfrascados en estos problemas, la Sala Superior del Tribunal Federal Electoral propiamente emplazó al INE a que resuelva en definitiva el asunto de la elección del estado de Coahuila, habiéndoles otorgado 10 días para resolver un procedimiento sancionador en contra del PAN. Y es que, en menos de un mes, si no resuelven en definitiva, tomará posesión del cargo Miguel Ángel Riquelme Solís, el primero de diciembre y en algún momento vendrá la calificación de la elección. Los votos ya los tiene seguros, pero falta el resultado de la fiscalización y eso puede anular la elección.

Por cuanto a votos se refiere, la elección fue ganada por Riquelme, ese asunto quedó juzgado y firme por las autoridades jurisdiccionales. Pero, con aquello del rebase de los topes de campaña en que incurrieron los candidatos del PRI y del PAN, según la Unidad de Fiscalización del INE, en su dictamen consolidado, esa resolución fue modificada por el TRIFE y a la fecha nada se sabe de ese procedimiento al que tajantemente se opuso el PRI; y todo derivado de no haber dado oportunidad de ser oídos y vencidos en ese dictamen. La Unidad simplemente determinó el rebase y el Consejo General aprobó el dictamen. Por eso, la Sala Superior lo revocó y ordenó al INE la emisión de otro, dando la oportunidad de defenderse a la parte condenada.

Éste es otro asunto jurisdiccional —político-electoral— que tiene sumamente molesto a Ricardo Anaya, quien ya cantaba victoria desde el mismo día de la elección y hasta ahora ha perdido todo. Los órganos electorales dieron el triunfo en votos al PRI, ahora se aferra a la esperanza del rebase en los topes de campaña. El dirigente nacional del PAN se ha cuidado de no ofender a los Magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral, por algo será.

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