Según la nueva heroína de la derecha mexicana, la joven de 19 años, con residencia en Nueva York, Xiye Bastida, el presidente Andrés Manuel López Obrador debe “dejar ir” una industria “que está muriendo”.

Lo que es increíble, es que, a partir de la participación de esta joven en una cumbre sobre el cambio climático organizada por la Casa Blanca en abril de este año, “académicos” mexicanos citan las palabras de la joven como si fuera un líder científico a nivel mundial, lo que evidentemente no es cierto.

O esos “académicos” son unos ignorantes y de nada les sirven las herramientas que les enseñaron en sus estudios universitarios o les gana el hígado como para apoyar la idea de que la industria petrolera “está muriendo”. Como he señalado antes, a una joven de 19 años se le pueden perdonar esta serie de dislates, pero a académicos con doctorado no.

Bien harían Xiye y sus fans en las universidades mexicanas de revisar la clasificación de las 500 empresas más importantes del mundo, que año con año publica la revista Fortune. Si entendieran esa clasificación se darían cuenta que gobiernos e inversionistas tienen una visión totalmente contraria a la suya.

Efectivamente, en la clasificación 2020, de las primeras ocho empresas a nivel mundial, cinco son del sector petrolero, es decir, el 63%; en 2019, de las primeras ocho, seis son del sector petrolero y en 2018, de las primeras nueve, cinco son del sector petrolero. El rango de ingresos anuales de estas empresas, en 2020, fue de los 282 mil millones de dólares de British Petroleum a los 407 mil millones de dólares de la china Sinopec Group (esta cantidad supera al presupuesto anual total de México para 2021). Los ingresos de las primeras cinco petroleras fueron el año pasado, del orden de los 1.75 billones de dólares, es decir, 35 mil billones de pesos en un año. Por si fuera poco, a nivel global, es Saudi Aramco, del sector petrolero, la empresa con la mayor tasa de ganancias, un 27 por ciento de sus ingresos.

Debemos recordar que, en 2012, antes de la reforma energética del PRIAN, Pemex tenía ganancias del orden de los 70 mil millones de dólares anuales, en ese año el equivalente a la fortuna total de Carlos Slim, que llegó a ser el hombre más rico del mundo.

Así que nada más alejado de que el sector petrolero es un sector “que está muriendo”. Por el contrario, está vivito y coleando, así que no hay que dejarlo ir.

Presidente del Consejo Estatal de Morena

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