En los primeros cuatro años de mi administración como rector de la UAQ, es decir, desde 1994 hasta el año 1997, se tuvo el respaldo pleno del gobernador de Querétaro, Lic. Enrique Burgos García, así como de todo su equipo de trabajo, la comunicación resultaba excelente, existía un ambiente de respeto y colaboración, de gran cercanía.

En las gestiones financieras de la UAQ con el gobierno federal, se tuvo el apoyo del gobierno estatal, en lo que también destacó el respaldo del Patronato de la UAQ, en todo momento y circunstancia. También resultó muy favorable la comunicación con el Dr. Eugenio Cetina Badillo, Director General de Educación Universitaria de la SEP.

El Fondo para la Modernización de la Educación Superior de la SEP brindó enorme ayuda en el mejoramiento de la infraestructura de la UAQ durante mis dos periodos al frente de la rectoría (1994-2000). A partir de 1996, con la implementación del Programa de Mejoramiento al Profesorado (PROMEP) de la SEP, otorgaron recursos significativos que para en el año 1999 fueron más de 18 millones de pesos, en beneficio de las condiciones de trabajo de aquellos profesores que registraban sus avances y requerimientos en dicho programa, lo cual favorecía la productividad académica y la calidad del quehacer educativo encomendado, repercutiendo positivamente en el desarrollo académico de la Máxima Casa de Estudios de Querétaro, la UAQ.

En cuanto a la investigación, durante los dos periodos de mi gestión en la rectoría, se registraron más de 600 proyectos de investigación, se lograron 622 publicaciones, 323 de ellas con arbitraje. En materia de difusión nacional se tuvieron 1,436 trabajos y a nivel internacional 438.

Las nuevas opciones educativas fueron 23, en licenciatura, especialidad, maestría y doctorado, de ellas 9 fueron licenciaturas y 14 programas de posgrado.

En el año 1999, 170 profesores que recibieron estímulo económico a la investigación, previa evaluación de sus resultados (los cuales también beneficiaban a los alumnos adscritos a los proyectos), con recursos financieros de la propia UAQ.

El Sistema Miguel Hidalgo del CONACYT también aportó recursos a los proyectos de investigación de los profesores de la UAQ, los cuales alcanzaron más de 16 millones de pesos en 1999.

Por su parte, el Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas (CAPFCE) otorgó un total de más de 28 millones de pesos en beneficio de la infraestructura, en planta física (edificaciones diversas).

En cuanto al personal administrativo en la UAQ, se tenían 791 trabajadores al inicio de 1994 y a finales de 1999 la cifra fue de 816, lo cual significó un muy escaso crecimiento de esa planta laboral en ese periodo; en mandos medios, al inicio de mi administración se tenían registrados 178 trabajadores y al final de 1999 fueron 214, un modesto crecimiento.

En el lapso arriba mencionado, los profesores de tiempo completo pasaron de ser 354 a 445, congruente con el proyecto académico establecido en el Plan Institucional de Desarrollo, a favor de la calidad. El profesorado de tiempo libre pasó de ser 1,125 a 934, lo cual benefició la eficiencia administrativa y de las finanzas de la UAQ. (Continuará)

Ex Rector de la UAQ 
zepeda@uaq.mx 
jalfredozg@yahoo.com.mx

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