El desmantelamiento de las conquistas laborales ha sido uno de los propósitos de los gobiernos neoliberales que se instalaron durante prácticamente tres décadas en nuestro país, dándole prioridad y cobijo a las clases privilegiadas, la intocable oligarquía, los eternamente beneficiados por el indignante acto del dedazo y por consecuencia acorralando a la clase trabajadora a un callejón sin salida repleto de toda clase de precariedades.

La resistencia ha sido siempre firme, valiente y consciente que la unidad y la esperanza son el único camino para combatir aquel monstruo de mil cabezas que sexenio tras sexenio nos había amenazado con violentar nuestras vidas. Es difícil mencionar cuál ha sido el momento más crítico para el pueblo mexicano desde su introducción al modelo económico neoliberal, podríamos hablar de la impresionante devaluación del peso, el indignante rescate a la iniciativa privada y la condena que todo el pueblo vivió a través de una crisis sin precedente.

Pero sin duda el momento de mayor violencia laboral se vivió en el sexenio de Felipe Calderón donde a raja tabla impuso una reforma laboral que anulaba todas las batallas laborales ganadas durante el siglo pasado, no podemos dejar a un lado la complicidad del Poder Legislativo que estaba en esa época.

Por fortuna Andrés Manuel López Obrador mandó esta semana una iniciativa donde busca regular el outsourcing, impidiendo la subcontratación de personal, la autorización previa y padrón público para servicios especializados y quedarán prohibidas las agencias de colocación, esto tendrá como consecuencia terminar con las prácticas relacionadas con defraudación fiscal y evasión de cuotas al IMSS y al Infonavit.

La violación a los derechos de más de 4.6 millones de trabajadores y trabajadoras está pronto a erradicarse, con el compromiso de restablecer derechos como la generación de antigüedad, inclusión en el sistema de pensiones y jubilaciones, liquidaciones, utilidades, prestaciones y otros derechos laborales que garantizan la seguridad laboral y por ende la seguridad social.

Andrés Manuel lo decía en campaña y en estos momentos lo cumple, por el bien de México, primero los pobres, nunca más un México sin nosotros.

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