No dudo que muchos hemos estado en esta situación durante toda la contingencia, algunos cancelaron sus vuelos, aplazaron sus vacaciones y otros definitivamente decidieron no salir durante todo el año 2020; sin embargo, con el paso del tiempo, las medidas se fueron relajando (por parte de los ciudadanos), muchos volvieron a trabajar de manera presencial y, desde luego, comenzaron a abrirse lugares al turismo debido a que la economía no da para más, e innegablemente todos necesitamos de todos para no caer en bancarrota, por lo que  me atrevo a decir que eso es lo que ha pasado con este sector y muchos otros más.

La mayoría hemos escuchado infinidad de historias de terror durante la pandemia. Algunas de ellas son precisamente que al estar más expuestos, los paseantes vuelven contagiados. Pero, qué podemos hacer cuando tenemos un viaje que ya no se puede postergar o debemos cumplir con nuestras obligaciones laborales en otro destino. Evidentemente, para los Centros  de Control de Prevención de Enfermedades (CDC) quedarse en casa sigue siendo la mejor manera de evitar el contagio por Covid-19.

La más reciente noticia es que para ingresar a EE.UU. por aire se requiere una prueba negativa, de acuerdo al comunicado de los CDC, la orden surge a raíz de la preocupación por las nuevas variantes del coronavirus, aunque ya se ha identificado una disparidad en decenas de casos en el vecino país. A partir del 26 de enero, los pasajeros internacionales tienen que mostrar una prueba viral negativa, realizada dentro de los tres días de su partida o un comprobante de que se han recuperado del Covid-19. Otro punto es que los mexicanos aún no podemos ingresar a ese país por turismo,  a menos de que tengamos en encomienda una actividad sumamente esencial o por trabajo. Y por si fuera poco, emitieron una advertencia que aconseja no viajar a México, debido a los altos niveles de contagio. Se permiten viajes aéreos entre ambos países, pero no por tierra a no ser de carácter primordial.  A pesar de que México no cerró sus fronteras, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo y organismos empresariales prevén que la recuperación de los viajeros internacionales a niveles previos se dará hasta el 2024.

Algunas sugerencias no tan comunes, es que por muy coloquial que te suene, no te hagas el valiente, y no te quites el cubrebocas, es mejor aguantar ese accesorio que estar conectado a un respirador artificial, mantén la distancia y no te molestes porque alguien te diga que te separes o veas que se alejan de ti, no es personal, es por cuidar la salud de todos. Prende tu radar, sé más atento y evita el acercamiento con personas enfermas. Limita el contacto con superficies, como pasamanos, botones en el ascensor, paneles táctiles y aunque te veas exagerado, ve prevenido con toallitas desinfectantes, limpia tu celular y lava constantemente tus manos. Evita tocarte ojos, nariz y boca, repito, evita tocarte ojos, nariz y boca.

“Viajar o no viajar, ese es el dilema”, como dirían los psicólogos la responsabilidad será totalmente tuya, nadie puede culpar a los demás por sus actos. Desde luego, si viajas, a tu regreso es importante  monitorear tu estado de salud,  realizarte una prueba y ponerte en  cuarentena voluntaria, sobre todo si en tu círculo cercano existen personas del grupo vulnerable que pudiesen verse afectados. Claro, no es la mejor época, desde luego lo mejor siempre será quedarse en casa. Queridos lectores, la decisión esta en sus manos.

Google News