Poco se habla del turismo para personas con discapacidad, ese turismo incluyente que en repetidas ocasiones “excluye”, y no sólo eso, sino que algunas veces discrimina. Al no tener la infraestructura necesaria en muchos recintos, aeropuertos, aviones, hoteles, parques de diversiones e infinidad de lugares que deberían contar con ello. Es de importancia dar a conocer que en México existen cinco destinos que han sido pioneros en este tema, es decir, que disponen de todas las facilidades y servicios, tanto de seguridad como de acceso para recibir personas con algún tipo de invalidez o adultos mayores con movilidad reducida.

Las playas incluyentes son un concepto relativamente nuevo en nuestro país. Hace apenas cuatro años que Cuestecomates, Costalegre (Jalisco), se convirtió en el primer destino mexicano totalmente accesible. Todo el pueblo está acondicionado para lograr la mayor movilidad posible. El terreno es plano, sin desniveles ni obstáculos, se utiliza el lenguaje braille en las señalizaciones y mapas, las zonas peatonales están delimitadas por tubos y guías podotáctiles: pasarelas texturizadas en el piso que indican los cambios de nivel a personas con discapacidad visual. En la plazoleta se instalaron bancas para personas con problemas motrices y se designaron espacios para animales de servicio.

Después, tomó el ejemplo una playa  en la Riviera Maya. Se trata de Playa Caribe, en el Parque Fundadores, (a  cinco minutos de la Quinta Avenida). Dos años más tarde, a 20 minutos en auto de la colonia Nicte-Ha, comenzó a funcionar Punta Esmeralda. En Playa del Carmen existe otro rinconcito habilitado, Playa 88, el mismo punto que obtuvo la distinción Blue Fag como insignia de excelencia por la calidad de sus aguas cristalinas.

Son pocos los sitios con los que contamos, pues tampoco es sencillo recibir la certificación como destino incluyente, ya que para que se considere inclusivo está sujeto a ciertas condiciones y lineamientos normativos, además de que deben de contar con presupuesto y un plan para la realización de la obra.

A los destinos que ya mencioné, se le suman Kino Mágico, Sonora,  Bahía de Matachén en Nayarit, además de que varias ciudades se han sumado a este proyecto: Ciudad de México, Monterrey, Querétaro, Guadalajara, Guanajuato, Mérida y Oaxaca.  Tenemos también varios recintos que fueron remodelados de tal forma que se pudiesen considerar inclusivos:  El Templo Mayor (museo y zona arqueológica), el Zoológico de Chapultepec, el Museo Mural de Diego Rivera, Museo Nacional de Antropología e Historia, Museo Soumaya, y Universum Museo de las Ciencias. En Monterrey, el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo del Desierto en Saltillo, y el Museo de Antropología, en Xalapa Veracruz.

A mi parecer, a pesar de que en México son cada vez más los avances en esta materia, para que todos podamos viajar sin distinción, las personas con discapacidad no sólo suelen enfrentarse con entornos sin accesibilidad durante sus periodos vacacionales, sino también con costos bastante altos por un servicio llamado “especial”, cuando se debería de contar con ello sin costo extra, pues a un turista de este sector le resulta 40% más caro desplazarse a cualquier destino debido a sus requerimientos, reflejo de que este grupo social sigue teniendo pocas alternativas disponibles para ejercer su derecho a la recreación. ¿Me compartes tu enfoque?

*Periodista y conductora
Premio Nacional de Locución otorgado 
por la ANLM
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Instagram: @NatividadSanchezB

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