El Partido Acción Nacional (PAN) en Querétaro ha sido incapaz de aprender y corregir sus errores del pasado; está provocando un viacrucis ciudadano en las problemáticas de (in)seguridad y transporte públicos mientras avanzan los días del sexenio del gobernador Francisco Domínguez Servién y el trienio de Luis Bernardo Nava Guerrero.

Ha transcurrido más de la mitad del sexenio que comenzó el 1 de octubre de 2015. Lo que parecía despertar el entusiasmo en campaña se ha convertido en una pesadilla para los servidores públicos, militantes y simpatizantes panistas, por más que se esfuerzan en guiones preparados para televisión y réplica de la versión oficial en muchos medios.

Las penurias y los obstáculos que atraviesan los miles de ciudadanos en transporte público —dos aumentos desde aquel domingo de elecciones en julio de 2015— y el aumento de la incidencia delictiva en delitos del fuero común y federal que no se pueden ocultar —homicidios, por ejemplo— son dos muestras.

Después del último artículo publicado en este medio (domingo 7 de abril), que demostró el incremento de homicidios en los primeros cinco meses de gobierno de Luis Bernardo Nava en comparación al mismo periodo del trienio anterior, los mensajes que grabaron para TV tanto el gobernador como el alcalde, más de 24 horas después a los homicidios de los dueños de la joyería “París”, no ayudaron a apaciguar el enojo social.

Aunque quisieron dar la idea que los grabaron “por separado” y que institucionalmente son diferentes niveles de gobierno, fue evidente el guión, la (fallida) acción comunicativa después de los cuatro homicidios ocurridos el sábado 6 de abril en la capital —dos en la colonia San Javier y dos en Peñuelas—, así como la indignación de miles de ciudadanos que reclaman paz a los gobiernos del PAN.

Durante los siguientes 10 días que han transcurrido, han intentado y buscado minimizar u ocultar de los medios, la incapacidad mostrada para atender la problemática de seguridad pública, pero por más cosas que hacen, no logran su objetivo. Quedan evidenciados por los hechos y por errores o desatinos en sus palabras.

Incluso en su desesperación buscan distraer la atención, vía medios y comunicadores afines al discurso oficial, al “denunciar” supuestos altos sueldos de delegados federales.

Por más festivales culturales o inversiones extranjeras que anuncien, o acciones a favor “de la paz”, los ciudadanos sufren un viacrucis cotidiano en inseguridad y transporte públicos. En la historia de la entidad, cuando estas dos problemáticas sociales no tienen solución, la alternancia en el poder es más factible de ocurrir. Esto, al gobernador y al panismo queretano, los tiene más que preocupados.

Además, han sumado otro frente de crítica: la protección al medio ambiente. Ciudadanos organizados en San Juan del Río y la capital, en movimientos sociales bajo una misma causa, han mostrado las omisiones y los excesos de las administraciones estatal y municipal con los deseos de talar y quitar árboles.

Ejercicios pendientes de cuestionamientos de periodistas a gobernantes

La polémica generada por los cuestionamientos de Jorge Ramos al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y las respuestas del Ejecutivo federal durante una conferencia “mañanera”, me llevó a pensar que deberían proponerse ejercicios así en la entidad.

En vez de enviar boletines o comunicados de prensa de sus actividades oficiales, ¿por qué no convocar a conferencias de prensa diarias y plurales en Palacio de Gobierno o Centro Cívico, con la presencia periodistas de medios universitarios y corresponsales de medios como Proceso donde cuestionen públicamente al gobernador, alcalde, secretarios de seguridad pública y fiscal?

Coordinador del Centro Universitario de Periodismo de Investigación (CUPI)

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