Desde el pasado mes de septiembre arrancó el proceso electoral más grande en la historia de México y con ello la jornada electoral que se realizará el domingo 6 de junio, cerca de 94 millones de ciudadanas y ciudadanos tenemos una cita en las urnas, sin embargo, afrontaremos esta elección intermedia con una pandemia sin precedentes en el país.

A nivel nacional estarán en juego 15 gubernaturas, renovación de 30 congresos locales, así como la elección de 300 diputaciones federales por mayoría relativa y 200 de representación proporcional. En Querétaro se votará por la Gubernatura, 18 presidencias municipales, 5 diputaciones federales de mayoría relativa, 15 diputaciones locales por voto directo y 10 de representación proporcional.

El abstencionismo electoral se debe a diversos factores, en primer lugar, puede ser un acto racional en rechazo al sistema político o bien por la no identificación con ninguno de los políticos que encabezan las candidaturas, es decir una insatisfacción política. Otros motivos para no ejercer el voto pueden ser: padecer alguna enfermedad, debido a que la persona no se encuentra dentro de la entidad, por no actualizar su credencial de elector, condiciones climáticas o incluso por la distancia en donde se encuentran las urnas para votar, es decir, factores que a veces no están en manos de los votantes.

Si en años anteriores se hablaba del abstencionismo en las elecciones, este año no será la excepción, según la opinión de algunos expertos en temas electorales el problema se podría agravar, debido al miedo de algún sector de la sociedad de poderse contagiar del virus SARS-CoV-2 durante la jornada electoral.

Será necesario que las autoridades electorales como el IEEQ y el INE brinden asesoría y capacitación de medidas sanitarias a los integrantes de la mesa directiva de las casillas, ya que cabe mencionar, en las primeras horas de la jornada electoral suele ver aglomeraciones tanto de los funcionarios como de los votantes.

A nivel nacional en los últimos tres procesos intermedios la votación no ha superado el 50%, sin embargo, la participación ciudadana ha ido creciendo periódicamente, en 2015 se alcanzó un 47% de sufragios, en 2009 fue del 44% y en el 2003 apenas del 41%. Nuestro estado se ha caracterizado por superar la media de participación nacional, en 2015 el 57% de las y los queretanos en el padrón acudieron a ejercer su derecho, en 2009 concurrió el 59%. Una vez concluido el proceso electoral del 2021 en el estado, será interesante conocer si la participación ciudadana se mantuvo como lo ha venido haciendo en los últimos dos procesos y en caso de no suceder así, determinar si la pandemia fue factor para no acudir a las urnas y en qué medida.

El gran reto para estas elecciones será vencer el abstencionismo, el año pasado en Coahuila hubo una participación ciudadana de alrededor del 39%, mientras que en Hidalgo fue del 49%, los partidos políticos y candidatos tendrán que innovar la forma de hacer campañas políticas, ya que seguramente tendremos que librar esta elección con el coronavirus aún entre nosotros.

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