En días pasados se realizó la LIX Reunión Plenaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) a la cual acudió el presidente de la República en San Luis Potosí con los 32 gobernantes estatales. Para algunos columnistas, el ejecutivo Federal perdió la oportunidad de tratar un tema de la mayor importancia como es el federalismo.

Por otro lado, los mandatarios que integran la Alianza Federalista están analizando salir de la Conago, pues en voz del gobernador de Jalisco, opinaron que fue “un acto protocolario más y no respondió a las preguntas que se le plantearon respecto de lo que se está viviendo en los estados”. También comentó que la decisión se tomará en la reunión de la Alianza que será en Chihuahua.

Y es que los últimos meses, entidades y municipios han tenido que usar recursos propios para atender la crisis sanitaria y económica que el país sufre por la pandemia, ya que no han recibido recursos extraordinarios de la Federación y debido a esta falta de apoyos la gran mayoría ha implementado medidas fiscales de emergencia.

Varias voces coinciden que es un momento coyuntural que debe aprovecharse para llevar a cabo la Segunda Convención Nacional Hacendaria. Los antecedentes de la coordinación fiscal entre los órdenes federal y estatal, son las Convenciones Naciones Fiscales de 1925, 1933 y 1947 y la primera Convención Hacendaria en 2004.

Hace 16 años aproximadamente, se realizó la primera Convención Nacional de las Haciendas Públicas en la Ciudad de Querétaro, ha transcurrido mucho tiempo y es necesario modificar el agotado pacto fiscal. La Convención Nacional Hacendaria debe de poner fin al centralismo fiscal, para formar parte de una verdadera distribución de los ingresos tributarios.

Mediante una convención nacional hacendaria, se construirá un nuevo pacto federal, con soluciones integrales para que estados y municipios cuenten con más presupuesto y participaciones federales anuales, y no el 20% de los impuestos que se reparten actualmente, además de fortalecer el Pacto Fiscal, ya que en 2020, el gasto federalizado disminuyó en términos reales 0.1% y la inversión pública se encuentra en niveles históricamente bajos, con 2.4% del PIB.

Los resultados de la LIX Reunión de la Conago, fue decepcionante para algunos gobernadores y están revisando la oportunidad de su participación en el Convenio de Coordinación Fiscal, pues están valorando su salida del convenio y de la propia Conferencia.

Fue decepcionante para algunos integrantes de la Conago la respuesta del ejecutivo a las peticiones y preguntas de los gobernadores, utilizó la narrativa de sus presentaciones por la mañana, el discurso antineoliberal, los conservadores, los liberales, “que hay que profundizar en el combate a la corrupción porque ahí se liberan muchos fondos y de ahí se obtienen recursos”.

Hay una coincidencia entre los gobernadores: "La inequidad en la distribución de los recursos fiscales de la Federación para estados y municipios, hoy más que nunca, se hace presente”, "Es mucho lo que la Federación se lleva y es muy poco lo que nos regresan”.

Es un asunto de economía política, por ello debe replantearse la pertinencia del Pacto Federal desde el factor del federalismo fiscal como palanca del desarrollo nacional, por lo tanto, la convocatoria para una segunda Convención Nacional Hacendaria, debe contemplar la participación más comprometida y pertinente de diputados y senadores, federales y locales.

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