Siempre tenemos que esperar a que pase lo peor para darle voz a algo que viene sucediendo desde hace mucho tiempo. La violencia en el futbol casi nació de las entrañas del juego. Es un hijo bastardo que no se irá.

No es la primera vez, y les aseguro que no será la última, que la violencia generada entre portadores de una camiseta de futbol —porque aficionados no son— será nota nacional. La Liga MX hace convenio con las directivas de ambos clubes regios y con el gobierno de Nuevo León.

Les aseguro que habrá durado más dicha reunión, que el cumplimiento del reglamento que se interpuso. Y no es por pesimista, es porque para atacar un mal, hay que hacerlo de raíz y eso tuvo que haber sido desde hace mucho tiempo, pero los intereses reales son otros y más la presión mediática que la conciencia de las autoridades, todos se lavaban las manos.

Los líderes de las barras se deslindan porque los hechos violentos no ocurrieron dentro del estadio, y todos los involucrados en el manejo de un partido de futbol se contradicen en sus declaraciones.

Sí, es una tragedia que este joven ahora está luchando entre la vida y la muerte, pero también debemos ser realistas y crudos, no estuvo ahí por error y es una consecuencia de sus actos. Una lección dolorosa que está pagando su familia y que ojalá quede en un mal recuerdo para él y no se convierta en una tragedia más.

Quieren encontrar culpables, pero la realidad es que todos lo son: la Liga MX y los clubes jamás aceptarán que dan apoyo a estos grupos y viceversa. La policía de verdad que no hace nada ante una riña o termina golpeando y tratando peor a la gente, la educación que reciben estas personas en casa o la que no reciben, y ojo, que no nos quieran vender la idea de que es gente pobre y sin formación académica, porque hay muchos que con todo y título universitario le entran a los madrazos.

¿Cuánto vale tu vida, para perderla por alguien a quien no le importas?, mientras tú te rompes la madre y terminas encarcelado o muerto, hay quienes reciben dinero por ir a “alentar”, y para jugadores y cuerpo técnico queda en “un partido más”. ¿Cómo te explico que para ellos que viven de esto, no vale la pena perder la cordura? La violencia sí se puede erradicar, pero que no se nos olvide que el futbol es antes negocio que deporte y por tal motivo, jamás estará en riesgo un centavo antes que la vida de un simple portador de camiseta. Podrán poner mil reglas, pero siempre habrá un pen... para romperlas.

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