La semana pasada, el delantero de Tigres, André Pierre Gignac, compartió la solicitud que las chicas de Gallos femenil le hicieron a través de la jugadora Mayra Estrada, quien solicitó su ayuda para poder solventar sus gastos durante el mes de julio, a través de la rifa de uno de los objetos del número 10 de Tigres.

El futbolista no le regaló únicamente un objeto, sino que consiguió 19 playeras para que las chicas puedan pagar su alimentación, vivienda y transporte durante el mes que Gallos no les pagará.

A esto, el equipo de Gallos femenil contestó, a través de un comunicado, que el contrato estipula que las jugadoras no recibirán paga en enero y julio del año, ya que sus contratos son únicamente de 10 meses, además de señalar que esta era una práctica común en varios clubes alrededor del mundo.

Y aunque esta fuera una práctica recurrente, los salarios de la Liga Femenil no le permitirían a las jugadoras poder vivir sin percibir una remuneración durante un mes, como tal vez lo hacen los hombres  de la Liga MX con contratos millonarios.

Esto sólo demuestra que a pesar de que la Liga Femenil va cada vez más adelante con la profesionalización, aspectos importantes aún se quedan detrás, como lo es el aspecto salarial que no es ni siquiera similar entre los equipos dentro de la Liga Femenil, y  que menos pueden compararse con los salarios millonarios que muchos jugadores reciben en la Liga varonil.

Egresada de la carrera de periodismo
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