La historia de la humanidad se reconoce a través de las obras que integrantes de la misma han realizado y en las que se identifican pasajes, periodos o épocas que han trascendido al paso de los años.

Hacer confluir la tecnología más avanzada con una expresión cultural histórica de este calibre y que fue realizada hace más de 500 años, es un suceso extraordinario y, por consecuencia, único.

Y qué mayor impacto podrá tener para Querétaro, que esa fusión (de tecnología e historia) llegue a nuestra ciudad, brindando a todo aquel que quiera admirarla, la posibilidad de hacerlo de manera gratuita.

La Sixtina. Me refiero a la reproducción de la Capilla Sixtina, inmueble que se  preserva en El Vaticano bajo la custodia de la sede apostólica y que representa el inicio del Humanismo, una de las más grandes épocas de la cultura mundial.

La obra maestra de Miguel Ángel, quien hace 505 años pintó al fresco las bóvedas de esta capilla, marca uno de los momentos cumbre del Renacimiento.

Es la época en la que el hombre vuelve a creer en el hombre y lo coloca en el centro de la creación, lo cual dio lugar al surgimiento de este movimiento cultural universal (el  Humanismo), que inició cuando los renacentistas se trasladaron de Florencia a Roma.

Esta obra maestra y toda esa carga histórica con la que cuenta, podremos observarla y disfrutarla en todo su esplendor gracias al apoyo de las autoridades de El Vaticano.

La tecnología con la que ahora contamos ha hecho posible este suceso, pues por ella se logró la reproducción exacta de la referida capilla que ahora se encuentra en nuestro país.

Para que evaluemos la importancia de lo que estamos comentando, les doy dos datos. Uno, que es la primera ocasión en la historia que El Vaticano autoriza la reproducción a detalle de la Sixtina. Nunca antes se había permitido y, mucho menos, se había dado la libertad de trasladar a otras latitudes esa reproducción.

El otro dato tiene que ver con la tecnología. Para hacer la reproducción exacta de esta obra maestra, fue necesario realizar tres millones de fotografías de cada centímetro de la gran obra de Miguel Ángel, misma que fue comparada en tonalidades con los originales para ofrecer al público una experiencia única.

Por eso es que más allá de nuestra profesión de fe o de nuestras creencias religiosas, la oportunidad de tener la reproducción de esta obra en nuestra ciudad debe ser motivo de orgullo para Querétaro, fiesta para la cultura universal y halago para el espíritu humano.

Detalles. Diversos historiadores han rescatado una de las grandes anécdotas de este trascendental suceso de la cultura universal. Refieren que Miguel Ángel asumía que era escultor, no pintor. Aun así, el papa Julio II se empecinó en que fuera él quien pintara la bóveda de la Capilla Sixtina, pues confiaba plenamente en su arte. Y no se equivocó.

Hablamos del siglo XVI, centuria en la que Miguel Ángel dedicó cuatro años para pintar todos los frescos que, finalmente, fueron inaugurados el 31 de octubre de  1512.

En su obra artística, Miguel Ángel Buonarroti plasmó el Génesis, el principio de la humanidad y el Juicio Final. Su obra, junto con la de grandes artistas como Boticelli, Ghirlandaio Perugino, Roselli y Signorelli, conforma la historia de la redención.

Querétaro será la tercera ciudad mexicana en la que se monte esta reproducción. Primero estuvo en la capital del país. Allá acudió aproximadamente un millón de personas a observarla.
Posteriormente se instaló en Toluca, Estado de México, y ahora estará en Querétaro.

Por la riqueza cultural de nuestra metrópoli, por su trascendencia histórica y por su calidad de patrimonio cultural de la humanidad, calculamos que acudan a la exposición unas 500 mil personas, 40% de las cuales, es decir, alrededor de 200 mil, serán turistas.

A partir del 3 de abril podremos ingresar, de manera gratuita, a observar esta reproducción que se constituye en un suceso cultural de marcada relevancia para nuestra ciudad

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