En resumen, planteamos una nueva visión para Querétaro que además de ser de largo alcance, no necesariamente rentable electoralmente y blindada de ocurrencias en materia de política pública, también deberá recurrir a la legitimidad social en su construcción y manutención.

Es decir, la confluencia entre sociedad y gobierno para el futuro que se desea en nuestra entidad federativa debería iniciar con una participación conjunta en la elaboración de un diagnóstico y prospectiva del Querétaro que somos y del que queremos, que permitirá de inicio tomar conciencia sobre las características del camino que se debe elegir y que permanentemente debemos enriquecer.

Efectivamente, una nueva visión de largo plazo arrastrará cierta pérdida de votos para el político de corta visión, y seguramente generará incomodidad coyuntural a la población, pero con la conciencia del beneficio generacional podríamos aspirar hacia una nueva etapa de solidaridad rumbo al desarrollo inclusivo, sostenible e integral.

Se trata ciertamente de un esfuerzo todos y en unidad de rumbo, donde cada quién desde su trinchera estemos dispuestos por aportar un esfuerzo adicional y coordinado para salir adelante, aunque no necesariamente lo tengamos que ver, siendo nuestro legado como sociedad y no el vanidoso pseudo logro de los gobernantes en turno.

Existen ejemplos exitosos sobre esta visión en el plano internacional, Holanda por ejemplo, se ha convertido desde 1953 con la creación del llamado “Plan Delta”, en un país experto en protegerse de inundaciones, después de siglos de lucha contra los mares y a pesar de que el 60% de su superficie, incluyendo un 26% situado debajo del nivel del mar, presenta desde siempre riesgos de inundación. Lo que les ha permitido a sus

17 millones de habitantes concentrarse en desarrollarse en todos los ámbitos posibles y posicionarse como la quinta economía de la zona euro; pero esto no podría haberse logrado sin que todos asumieran compromisos por adaptarse a la forma de vida que más les convenía dado su entorno.

Es aquí donde se aprecia un concepto tan importante para las diferentes sociedades, como el de resiliencia, que no es otra cosa que la capacidad que tienen las personas para adaptarse positivamente a situaciones adversas; los holandeses se han adaptado a su principal adversidad y han seguido adelante, no se han quedado esperando soluciones de coyuntura ni a que los gobiernos en turno por arte de magia resuelvan unilateralmente sus preocupaciones. Han avanzado con visión y hoy se encuentran entre los países más desarrollados del orbe.

En Querétaro debiéramos aspirar por algo similar, proponiéndonos superar los lugares comunes que representan los problemas de siempre y que nos distraen recurrentemente de nuestro prioritario camino al desarrollo; no podemos vivir eternamente con inundaciones, tráfico o inseguridad, producto de nuestro propio dinamismo económico, ni estarle comprando a los políticos cada tres o seis años soluciones quiméricas para los mismos asuntos, que por cierto, al ser mal abordados, únicamente sen han venido agudizando.

Si queremos aspirar a estadios superiores de bienestar debemos solucionar estas externalidades de una vez por todas con la visión a que nos hemos estado refiriendo, y ello es lo que debemos exigirles a nuestros gobernantes. Basta de la creatividad política-electoral para resolver coyunturas y demos paso a la planeación estructural. 
Senador por Morena

Google News