En el momento que los reproches contra López Obrador eran más tonantes en voz de medios y comentaristas, las diferentes encuestas demostraron que la población, incluida alguna que se quejaba, estuvo de acuerdo con la guerra contra el huachicoleo. Es más, la clase media que aparentemente no tiene más dios que su automóvil, ha tenido un comportamiento ejemplar haciendo colas en las gasolineras.

Según diferentes estudios de opinión la cosa está así: El periódico Reforma le da 62% de aceptación a la medida de AMLO contra 27 que están opuestos. El Financiero sitúa 89% a favor y sólo 11% en contra. Mitofsky plantea que 56.7% apoya la medida y 36.3% la rechaza. El grupo Delas Heras dice que 72% están con el combate vs. los corruptos de la gasolina y el 18% no aceptan la estrategia oficial. En tanto Ciro Gómez Leyva informó que según el Gabinete de Comunicación Estratégico, de 8 a 9 personas avalan la propuesta y únicamente uno de diez la censura.

Los números seguramente fueron sorprendentes hasta en las esferas oficiales, ya que la mayoría de sus críticos habían señalado omisiones de la encargada de Energía, Rocío Nahle, y la poca información proporcionada por Octavio Romero, el director de Pemex, quien se fotografió con el mandatario de Guanajuato, Diego Sinhué, y con la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Después Octavio tuvo una breve alocución en Palacio Nacional, al lado de López Obrador. Además, una buena cantidad de opinadores coincidieron en que hubo falta de información para un asunto que preocupa a los mexicanos.

No hay que olvidar que el principal vocero de todo esto es el propio Andrés Manuel, quien ha realizado diferentes ruedas de medios con diferentes personajes, incluido el que está a cargo de la procuración de justicia, Alejandro Gertz Manero, y el fiscal anticorrupción, Santiago Nieto. Ambos han entrado a precisar cómo van las investigaciones, hasta dónde han avanzado y de qué manera seguirán en la ruta por no sólo desmantelar las redes de corrupción, sino incluso castigar a una serie de responsables que sabían, desde hace años, los robos a la nación, la mala calidad de la gasolina que se distribuía en diferentes expendios y los negocios en los cuales participan desde narcotraficantes a ciudadanos pasando por funcionarios petroleros y los miembros del sindicato que todavía encabeza el millonario, Carlos Romero Deschamps.

Según Gertz, se han abierto mil 700 capetas de investigación; decomisado 4.5 millones de barriles de energéticos y el SAT ha encontrado inconsistencias por 3 mil 217 millones de pesos en 194 concesionarios de Pemex

Al decir de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), de la Secretaría de Hacienda, en las gasolineras se han blanqueado más de 45 mil millones de pesos.

En el gobierno de Vicente Fox había 70 tomas de ductos, los cuales fueron aumentando hasta llegar a de 12 mil 581 con Enrique Peña Nieto. El robo de combustibles es muy destacado en siete estados y en cuatro de ellos hay refinerías de Pemex: Hidalgo, Guanajuato, Tamaulipas y Veracruz. Es decir, desde esos mismos lugares ya hay desvío del producto.

Sin conocer muchos de esos datos, pero dándose cuenta de la gran deshonestidad existente, la ciudadanía apoya a Andrés Manuel. Pero asimismo lo respaldaron instituciones como el FMI, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), que puso al servicio del gobierno tres mil quinientas pipas para el abastecimiento, y muchos críticos que no comulgaban con las ideas y propuestas de la llamada 4T.

La batalla será larga, indudablemente, pero en la misma ya se ganó el primer round. Ahora hay que tener una mayor información y, desde luego, apresar a quienes han abusado del país y siguen tan campantes. De ser así, se habrá resuelto favorablemente esta guerra.

Director de la Unión de Periodistas@jamelendez44

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