Coronavirus o Covid-19 (da igual). Wall Street, Ibex y Bolsa Mexicana de Valores (no da igual, pero es casi igual). Trump Benjamín, Bolsonaro Donald, Netanyahu Jair (da igual: en contra de la sabiduría ancestral, “el orden de los factores sí altera el producto”, en el caso de sátrapas, el desorden no importa). En Europa y Estados Unidos han desaparecido la mitad de las aves más comunes en las últimas décadas; el asfalto y el cemento humanos han sido, parcialmente, los responsables del desastre (no da igual: Homo homini lupus, el hombre es el lobo del hombre, y, es, además, el responsable de la destrucción de la Tierra).

“No hay nada nuevo bajo el sol” es una idea popular. Se utiliza con frecuencia. La idea es veraz hasta cierto punto. Además de las grandes invenciones humanas, la destrucción de incontables bienes y valores, corre en paralelo. En tiempos de zozobra, vale la pena una dosis de ironía.

En caso de emergencia, de encono o de dudas, pida ayuda, no actúe solo a menos de que se trate de un incendio, de un temblor o de una violación:

  • No mate a ningún político —aunque casi todos lo merezcan—. Trate de recuperar parte de lo robado. Distribúyalo.
  • Si en su trabajo el patrón o sus asociados humillan a algún miembro de la planta laboral, tome fotos, súbalas a la red y difámelo.
  • Si su médico insiste en que acuda a un laboratorio o servicio de rayos X, y le menciona que otros no le gustan, y usted se siente mal, desconfíe y busque otra opinión. Seguro, no quizás, seguro, su galeno recibe dinero por mandar a sus pacientes a, sotto voce, los laboratorios donde a cambio de exámenes la compañía paga el saldo de sus tarjetas de crédito.
  • No mate a ningún religioso pederasta. Conténgase. Cuente hasta 1,000,000. Pida ayuda. Encierre al religioso/pederasta en un sótano y no acuda a la diócesis correspondiente. No conseguirá nada. Dialogue con sus afines, recapacite; oblíguelo a decir quiénes hacían lo mismo, búsquelos, y enciérrelos también. Implique, si no vive en México, a los sistemas de justicia: ellos deberán decidir.
  • Si su vecino es narcotraficante, decapitador, desollador, feminicida, tratante de menores, mujeres u hombres, asegúrese de que pueda mudarse a otro país y después denúncielo adonde crea conveniente. No acuda a la justicia en México: usted será el culpable por denunciar.
  • Si no terminó su artículo para el periódico y la prisa le asfixia, plagie con cuidado, no se requieren demasiadas neuronas para cambiar una palabra por otra. Es sencillo plagiar. Sólo tenga cuidado de algunos escritores bestias que dedican parte de su tiempo, debido a su incapacidad, a perseguir a otros y acusarlos de plagio.
  • En caso de emergencia —paro cardiaco, alumbramiento en el metro o asfixia—, conserve la calma, si no lo consigue, corra y pida ayuda. Llame al 1e2 o al +24! o al &%=^ y si es del interior, no pierda su tiempo, no llame. Si no le contestan, nunca lo hacen, actúe: inscríbase en un curso, aunque sea en línea, de primeros auxilios.
  • Si un niño o niña se desmaya o sufre un accidente, acérquese, ayúdele y busque paramédicos. Si la emergencia es en Estados Unidos o en uno de sus aviones no se acerque: seguro, aunque salve al menor, será culpable deloquesea.
  • Permanezca siempre conectado o stay connected, lo que prefiera: eso le facilitará solicitar ayuda en caso de emergencia, sobre todo si usted es el de la emergencia.
  • Si le estorba un bien, aunque no sea suyo, rífelo y reparta las ganancias.

Los puntos anteriores son sólo una guía. Ante cualquier duda marque *encasodemergencia o lance una plataforma emergenciadecasoen* para obtener la información necesaria. En este mundo, y en estos tiempos, la solidaridad es necesaria, sobre todo en caso de emergencia, es decir, siempre.

La cruda realidad contemporánea supera a la sabiduría y al conocimiento. Una dosis de ironía mitiga —creo— el peso de la realidad.

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