Mis estimados lectores, un placer leerlos de nueva cuenta y bueno, ya sin tanto rollo nos vamos de lleno al rock and roll y para el tema de hoy será un placer hablar del Vive Latino, el cual está listo para este fin de semana, y ya tengo mi kit preparado para disfrutarlo al 100 por ciento.
Los días en la capirucha están súper soleados y de pronto, se ha dejado caer alguna llovizna que sólo alborota más el calor y hace que las noches sean un poco insoportables, pero eso sí, un calor que no soporta una deliciosa cerveza bien fría, ya entrado en esas noches calurosas me paro y prendo mi computador y busco un buen setlist previo al Vive y encontré uno de unos carnales totalmente rockers, figuran nombres como los Guns N’ Roses, The Cardigans, Andrés Calamaro, DLD, Ely Guerra, con incorporaciones de bandas de talla grande, como Molotov, Café Tacvba y El Tri.
Entrado en calor lo puse y la primera rola fue “Welcome to the jungle” y la neta quién no se contoneó como Axel en esas innumerables presentaciones o simplemente estando con los cuates en la borrachera preparatoriana, los guitarrazos de Slash me pusieron caliente y me dieron ganas de salir a la jungla de asfalto, ponerme a jugar, buscar un par de chicas que me den todo lo que tienen y que si me derrito de calor, ellas sean la frescura que necesito, ponerme de rodillas y beber de su néctar de vida, de pronto me vi cantando a todo pulmón, gritando que todos somos bienvenidos a la jungla, me agitaba con mi paliacate con la bandera de Estados Unidos impreso en él, tenía unos jeans más strech que las mallas de cualquier bailarín de Bellas Artes, y de pronto se acabaron las pistolas rosas y me sentí un modelo con The Cardigans y su tema “Lovefool”, caminando de un lado a otro, modelando mi ropa (que nada tenía que ver con el momento), y cante y cante todo adulterado de emoción por un Vive más en mi vida y obvio por el 24 de cerveza que ya llevaba dentro de mí, pero dicen que me ames que ames sin parar o déjame, pero dime que me necesitas porque no me importa nada sino tú.
Ya estaba súper entrado en alcohol y me veía al espejo bailando mil de géneros, gritaba “qué muy machín, marica nena, el que no brinque y no salte putoooo” y la neta como también tengo gustos pero bien culposos, cuando escuché a DLD me pegó lo sateluco, tomé mi guitarra —que era la escoba— y comencé a tirar acordes con las cuerdas que resonaban en todo el cuarto y me hacían brincar, gritar y reventar a todo, le bajé un poco al ritmo y me enamoré, pues no pude evitar poner al Príncipe de la canción, el gran José José, y tarareé todas sus rolas (para ese momento ya ni hablar podía). Y bueno, me avisan que ya no hay hojas pero nos leemos la próxima semana, soy el Pollo Rock.
@pollorockmusica
