Los hombres y las mujeres que todos los días se despiertan temprano, abren sus puertas, suben las cortinas y hacen todo lo necesario para sostener a las empresas y los negocios —pequeños, medianos o grandes—, son la fuerza de México. Si nuestro país se mantiene de pie, aún frente a esta crisis, es gracias a toda esta gente. Ellas y ellos han multiplicado sus funciones, sus tareas y sus esfuerzos, para mantener a flote el espíritu y la vida nacional.

No obstante, y aun cuando están llevando parte de la mayor carga, no han recibido ningún apoyo por parte del gobierno federal. Y si los que todavía cuentan con un empleo no se sienten apoyados, pues mucho menos los que, desafortunadamente, han perdido sus trabajos. No importa el valor que aportaron a la economía. No importa la fuerza con la que empujaron a nuestra sociedad. No importa lo que colaboraron para diseñar nuestro presente y nuestro futuro. Los desempleados están sufriendo un trato injusto y Morena no ha hecho más que profundizar, terriblemente, esta herida.

La magnitud de lo que estamos viviendo, digan lo que digan, hoy tiene rebasado al gobierno federal. ¡Y ya es de dar miedo su indolencia frente a esta realidad! Yo bien sé que nada de esto es fácil. Sé lo que les ha dolido a los que han tenido que cerrar sus empresas, o despedir a sus empleados porque no alcanza para cubrir la nómina o la renta. Sé lo que han sentido las familias que han perdido un empleo, que les daba el sustento de todos los días, y hoy no cuentan con el dinero ni siquiera para llevar la comida a sus mesas.

La crisis que hoy enfrentamos ha derivado en una verdadera tragedia para millones de familias. Sobre todo, para aquellas que han sufrido por la enfermedad o por haber perdido su trabajo. Son 2 millones de empleos formales los que se han perdido en los dos últimos años. Y durante la pandemia este hecho ha crecido enormemente. Quedarte sin trabajo, no sólo significa quedarte sin un empleo. Es también perder un montón de sueños y la oportunidad de que tu familia pueda alcanzar un futuro mejor.

Y es precisamente por ellas y por ellos que presento, ante el Senado, una iniciativa de ley para crear un seguro del desempleo. Con éste se busca que todas las personas que hayan perdido su trabajo, tengan garantizado un ingreso, que les asegure que no les faltará el sustento básico y así tener algo de tranquilidad en sus hogares. Esta es una deuda histórica que en Acción Nacional estamos determinados a cubrir. Porque no es posible que en México se desproteja así a sus trabajadores. No es justo que el gobierno federal no apoye a los que con su esfuerzo sostienen al país. Porque, si queremos un México más próspero, el primer paso que tenemos que dar es hacia la protección salarial.

Y no es sólo por el dinero. Se trata de un tema de justicia, de dignidad, de sensibilidad, de solidaridad y empatía. No podemos permitir que sigan indiferentes ante esta desgracia. El seguro al desempleo ya se está aplicando, con éxito, en distintos países del mundo, incluidos algunos de América Latina. México no tendría por qué ser la excepción.

Por eso espero que esta vez Morena sí nos escuche y vote a favor de esta iniciativa. Así, por ti, por los tuyos y por todos los mexicanos, podremos trabajar juntos. Porque, hoy más que nunca, les digo ¡mucha fuerza, México! Saldremos adelante.

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