“Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder”,

Jack Dawson.

¿Cuánto gana usted al mes?, tal vez, sin saberlo, pertenezca a una de las élites económicas de México, máxime si nos atenemos a los recientes datos publicados por el Inegi.

La mitad de la población económicamente activa en México gana hasta $6,160.00 (seis mil ciento sesenta pesos) al mes, hasta dos salarios mínimos, en términos llanos: ni lo suficiente para subsistir ya que prácticamente todas estas personas se encuentran en alguna situación de vulnerabilidad económica o en franca pobreza.

Insisto en la pregunta, ¿cuánto gana usted al mes?, porque la cosa continúa sorprendiendo: apenas un poco más del 5% de la población económicamente activa logra ingresos superiores a los $15,000.00 (quince mil pesos) al mes… Revise su cuenta bancaria, tal vez usted pertenece a un pequeño y poderoso fragmento de México al que le alcanza para comer tres veces al día, cubrir sus necesidades básicas y hasta darse un pequeño capricho de vez en vez.

Aquí la brecha es aún mayúscula, entre ese raquítico 5% habrá una cantidad importante de ciudadanos en la base de la pirámide con ingresos entre los quince mil y los veinte mil pesos, pero en el mismo porcentaje coexisten los que ganan más de 30 mil, más de 50 mil y hasta más de cien mil.

Apenas superados por Costa Rica y Sudáfrica, acorde a la OCDE, somos el país con mayor inequidad en la distribución de la riqueza: hay pobres muy pobres y ricos muy ricos con una variedad inmensa (y muchas veces injusta) de diversas remuneraciones entre los extremos de la gráfica.

Igual de inequitativa resulta también la distribución desglosada a nivel estatal, por ejemplo, tenemos a Campeche que, dada su población que apenas roza el millón de habitantes, goza de un PIB per cápita comparable al de Austria con 51,460 dólares anuales, pero también a Chiapas, que con sus 3,592 dólares al año se refleja en países como Cabo Verde.

La mala distribución de la riqueza, concretamente plasmada en el abandono de sectores marginados ha sido la clave global para la generación de un rencor que encuentra su mejor objetivo en el sistema político vigente, sea cual sea el que se encuentre en ese momento.

La inequidad ha sido la madre del populismo mundial, quizá si analizamos con calma los datos presentados por Inegi hace unos días entenderemos con mayor detalle el momento que vivimos.

DE COLOFÓN.- Los otros datos han rebasado al Presidente, las matemáticas no son lo suyo y la suma resulta en catástrofe: crisis en salud + desempleo + inseguridad + economía en picada… AMLO sigue en campaña, sin saberlo es el principal promotor de un opositor que surgirá muy pronto.

Entre más radical, mejor el momento.

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