El tabaquismo es un problema mundial que afecta a aproximadamente a 1,300 millones de personas. Su consumo tiene efectos nocivos no sólo en la salud y calidad de vida, sino en la economía de las personas.

En México, alrededor de 60 mil personas fallecen al año (entre 165 y 180 defunciones diarias) como consecuencia de enfermedades asociadas con el consumo de tabaco, según estadísticas de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud.

Y aquí me gustaría enfatizar el impacto del humo de segunda mano, también llamado humo pasivo o secundario, el cual a veces se minimiza su daño y, sin embargo, aumenta el riesgo de cáncer de pulmón en aproximadamente  20% entre los no fumadores.

Tuve la oportunidad de participar en el Foro “Impacto del Humo de Tabaco. Repercusiones y Áreas de Oportunidad en la Ciudad de México”, para hablar acerca de esta problemática de salud, resaltando cómo el humo del cigarro “nubla”, además de la salud de sus consumidores, la salud del medio ambiente, las finanzas públicas, y, por supuesto, las finanzas personales.

Por ejemplo, en la esfera de las finanzas públicas, las enfermedades atribuibles al consumo del tabaco en el país tienen un impacto negativo estimado en unos 43,000 millones de pesos, según el CEFP.

En los hogares, el gasto en tabaco desplaza el de otros bienes y servicios esenciales, como educación y salud, e incrementa el consumo de bienes nocivos, como las bebidas alcohólicas.

Se habla de que alrededor de 909 mil 132 personas terminan con recursos disponibles inferiores a la línea de la pobreza extrema a causa del gasto en tabaco y del gasto en enfermedades relacionadas al tabaquismo. Tan sólo, las enfermedades derivadas del consumo del tabaco provocaron que durante el 2021, la aseguradora GNP pagara 1,400 millones de pesos correspondientes a la atención de 9,400 casos de personas que enfrentaron algún padecimiento a causa del cigarro.

Y es que mantener el hábito de fumar y carecer de un seguro de gastos médicos significa estar desprotegido ante una emergencia que puede desestabilizar la economía familiar, ya que el costo que implica atender un cáncer de pulmón u otro padecimiento crónico causado por el humo del tabaco puede requerir por lo menos un gasto inicial de 500 mil pesos, pero puede llegar a representar millones de pesos.

Y como si el panorama no bastara, el costo financiero de fumar no es solamente lo que no se gasta, sino el coste de oportunidad de lo que se podría hacer con ese dinero. Si una persona compra una cajetilla diaria con un costo promedio de 60 pesos, eroga 21,900 pesos al año. Cantidad que podría ser de utilidad para procurar una mejor alimentación o educación, contratar un seguro de gastos médicos, de vida o un instrumento de inversión.

Hay mucho que reflexionar alrededor de este tema, sigamos promoviendo los costos en la salud y las finanzas, los daños que causa, sembremos conciencia, y apoyemos la implementación de nuevas medidas o profundización de las existentes a favor de controlar esta problemática.

Recordemos que el tabaquismo es la principal causa de enfermedad evitable y de mortalidad prevenible, y que cualquier exposición al tabaco es excesiva.

lucyquiroga@finanzas
entacones.com.mx
@finanzasentacon

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