La pandemia por Covid-19 no cede en Querétaro. Pese a las medidas sanitarias impuestas por las autoridades, los casos de contagios y fallecimientos siguen aumentando.

De acuerdo con información de la Secretaría de Salud del Estado, nuestra entidad tiene más de 48 mil casos positivos confirmados y, hasta el momento, han fallecido más de 3 mil personas por este mal. Asimismo, existe una tendencia de contagio de 500 y alrededor de 15 muertes, por cada día.

Ahora bien, si desde el mes de diciembre se han implementado medidas preventivas de distanciamiento social y control de la movilidad, lo que por cierto ha dañado severamente la economía, los casos siguen en aumento; luego entonces, ¿qué está pasando, las medidas no son efectivas? Me parece que el problema no son las medidas per se, sino la falta de cumplimiento.

Algo que ha criticado la población son las conductas que no ayudan a combatir el virus, como: reuniones, eventos sociales y “fiestas” que se realizan sin cumplir con las medidas de sana distancia, uso de cubrebocas o aforos controlados. Si bien, las y los mexicanos, por nuestra idiosincrasia, estamos acostumbrados al contacto humano y a estrechar lazos, también lo es que la llegada de la pandemia representaba un cambio sustancial en nuestro comportamiento. Era algo previsible desde que se anunció el surgimiento del virus y que hasta la fecha nos ha costado mantener, pero que debemos aceptar si deseamos salir adelante.

Dicha situación también ha impactado en la forma de hacer política. Algunas y algunos estamos ciertos que las campañas no serán como antes, con mítines o eventos  multitudinarios, sino con reuniones a distancia y contacto digital. Sin embargo, existen ciertos personajes políticos que no han entendido esto y pretenden hacer “campaña” a la antigüita.

Muestra de ello, es lo sucedido en San Juan del Río, con una precandidata del partido Morena, donde en un evento masivo reunió cerca de 130 personas en un lugar cerrado y sin las medidas preventivas de sana distancia o uso de cubrebocas. Dicho acto es, por decir menos, irresponsable. No solo puso en riesgo la integridad de quienes asistieron al evento, sino de todas sus familias que, eventualmente, podrán tener contacto con los asistentes.

Además, el mensaje que manda a la población es reprobable, bailando sin cubrebocas y sin guardar la sana distancia, incentiva el desorden y el incumplimiento a las medidas de seguridad. Tal fue la situación, que la unidad Anti-covid tuvo que desalojar el lugar y cancelar el evento.

En este sentido, ningún proyecto político justifica el poner en riesgo a la población, ni tampoco mandar un mensaje de desobediencia a la ley. Irónicamente, la misma precandidata, en días anteriores, mencionaba que la corrupción debe atacarse frontalmente y con todo el peso de la norma…solo que a ésta se le olvidó que el no cumplir con las normas, como las de sanidad, también es un acto de corrupción.
Vaya ejemplo…

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