Además de que el gobierno de Mauricio Kuri impuso el reemplacamiento más caro de todo México (con una recaudación cercana a los mil millones de pesos) sin haber propuesto esa medida en su campaña electoral para llegar a la gubernatura y de que el PAN avanzó en la privatización del agua en Querétaro, mediante una ley que favorece la entrega de concesiones a privados, y la posterior represión a un mitin de protesta que se llevó a cabo frente a las oficinas de la Comisión Estatal de Aguas (CEA), hay otros aspectos que han sido relevantes en el primer año del nuevo gobierno panista.

Uno de estos aspectos relevantes se refiere a que Querétaro fue noticia internacional debido a la insensata violencia desatada en el estadio de fútbol en el partido Querétaro-Atlas, en marzo de este año. Tragedia en la que muy probablemente hubo varios fallecidos, aunque oficialmente se niega que los haya habido. Para todos fue evidente la falta de previsión de gobierno del estado ante un enfrentamiento que era casi seguro. La falta de policías estatales fue evidente y esto era una responsabilidad del gobierno estatal. Gracias a estos sucesos vergonzosos, el nombre de Querétaro llegó a todo el mundo, pero con sentido negativo. Quedamos como salvajes.

Otro evento que fue noticia a nivel nacional, fue el desplome de una trabe en las obras de 5 de febrero, producto de una falla en la construcción. Resulta ser que la empresa encargada de la obra, Soluntitec, ni siquiera está afiliada a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC). Debería haber transparencia máxima en cómo fue asignado el contrato a dicha empresa.

Cosas como esta mueven a la desconfianza. En efecto, ¿qué garantía tenemos de que una vez que las obras entren en funcionamiento no se caerá otro elemento estructural?

El gobierno de Mauricio Kuri también nos ha quedado a deber en el funcionamiento del transporte público. Con el primer año de su gobierno, suman siete años seguidos de gobiernos estatales panistas, en los que no hemos visto ningún avance en la mejora del transporte público. Los estudiantes siguen llegando tarde a sus escuelas porque los camiones tardan mucho o porque los choferes no detienen sus unidades en las paradas respectivas.

Las empresas queretanas se han visto en la necesidad de tener que invertir en transporte privado para recoger y regresar a sus trabajadores ante la nula garantía de que lleguen puntuales a sus centros de trabajo porque moverse en transporte público no garantiza dicha puntualidad, imprescindible para que funcione el aparato económico en nuestro estado.

Académico de la UAQ. anbapu05@yahoo.com.mx

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