No cabe duda que uno los temas más complejos a ser tratados en este momento son los cambios de las universidades como resultados de las políticas públicas gubernamentales y de la enorme cantidad de presiones sociales que reciben y la emergencia de nuevos públicos que reclaman ser atendidos por ellas. En este contexto, el punto es cómo sortear algunos retos esenciales, especialmente el económico y por otro, como responderle a los jóvenes que no lograron una vacante. En esta tesitura la Universidad Autónoma de Querétaro parece haber descubierto la modalidad de sacar provecho de las presiones de estudiantes que no lograron su ingreso al inventar el ya famoso semestre cero, que no tiene valor curricular, pero que al estudiante le cuesta entre 4 mil 500 a 5 mil pesos. De acuerdo al actual rector, Gilberto Herrera, la UAQ dará cabida a mil estudiantes a dicho semestre que sumando le da un ingreso de 4.5 a 5 millones de pesos en tanto que a los estudiantes no les asegura la posibilidad de obtener una vacante para el siguiente semestre, entonces : ¿cuál es el sentido del semestre cero?. La respuesta es sencilla: " sacar una salida, aunque ilícita, a la gran cantidad de recomendaciones de ingreso, como se hacía en años anteriores; sin embargo cabría valorar que tan ético es uno (recomendados) u otros (semestres cero). Al margen las necesidades de la UAQ, existe un velo que busca cubrir una acción bastante cuestionable por otra que parece "éticamente aceptable". Pero veamos. La situación preocupa a los padres de familia que desean que sus hijos tengan una formación profesional, pues sufren las angustias económicas para poder disponer las exigencias de nuestra universidad "pública". En primer lugar para pagar el propedéutico debe tener a la mano 3 mil pesos, súmese el Exhcoba 800 pesos; si se ingresa hay que pagar mil 400 pesos por inscripción, más el Tekaal 200 pesos. Si hacemos la suma, un padre de familia deberá disponer de 5 mil 400. Si no ingresa hay que sumarle los 4 mil 500 del semestre cero lo que da un total de 9 mil 900 pesos. Si un asalariado desea que su hijo vaya a la universidad con un salario mínimo de 59.08 por día lo que le da al mes la suma de mil 772.4 pesos, tendría que ahorrar cerca 5.5 meses de salario integro, sin gastar peso alguno. Ironías de nuestra universidad pública. En esta fiesta de números vemos, que si postularon 15 mil alumnos y se multiplica por 3 mil pesos tenemos un monto de 45 millones de pesos sólo por postular, súmese los semestre cero y los otros rubros ya mencionados, nos encontramos con una universidad distante del criterio social, pública y gratuita que debería primar. Si bien el Rector ha manifestado que va existir transparencia en los estudiantes que ingresan a la universidad, y que sólo entraran los que alcanzaron el puntaje, no comentó el negocio ilícito que se avecinaba con los que no ingresaron. Argumentamos la acción como ilícita, en cuanto no tiene aprobación alguna por los órganos facultados y ha violentado los procedimientos que marca el estatuto universitario. Podrán decirse muchos argumentos sobre necesidades y requerimiento económicos, sin embargo el discurso para el Rector es eminentemente empresarial : la UAQ tiene que ser sustentable. Es así, que las clases populares no pueden acceder a ella por los costos económicos que hemos detallados. Demás está agregarle pasajes, libros y otros enseres que necesitan los estudiantes, pero si algo es cierto es que la UAQ dejo de ser pública y cada vez va perdiendo su contenido social y se encamina a ser una empresa rentable. Qué dirán nuestras autoridades del poder ejecutivo y legislativo? Usted marca la opinión.

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