El jueves de la semana pasada el presidente Trump anunció el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París. Un importante acuerdo en favor del medio ambiente suscrito por 195 paises y en los que todos ellos se comprometieron a reducir sus emisiones de gases efecto invernadero. Con ello se busca frenar el calentamiento global y por ende sus terribles y muy costosas consecuencias para todos en todos los sentidos. Incluyendo no solo un altísimo costo económico, sino también el doloroso costo que conlleva la pérdida de vidas humanas. Por ejemplo en huracanes provocados por el cambio climático derivado del mencionado calentamiento global.

Es indispensable tener presente que, más allá de ideologías políticas o económicas, hoy contamos con contundente evidencia científica que señala que la generación de energía a partir de la quema de combustibles fósiles —petróleo, carbón— genera CO2. Este gas al acumularse en la atmosfera, impide la reflexión de calor hacia el espacio elevando entonces la temperatura del mundo ocasionando un importante cambio climático (la capa de gases efecto invernadero funge como una cobija que impide que el calor que recibe la tierra durante el día se disipe hacia el espacio durante la noche).

Por lo anterior y desde hace años, científicos, gobiernos y empresas buscan y desarrollan fuentes de energía limpias como energía solar o eólica y ello ha llevado a que poco a poco se estén sustituyendo fuentes de energía sucia como la generación de energía a partir de la quema de carbón. En este proceso inclusive están participando muchas de las empresas petroleras más grandes del mundo. Empresas que entendieron que su “negocio es vender energía y no solo petróleo”.

No obstante la evidencia científica, el entonces candidato Trump en una clara posición populista y para mí también de sospechosa correspondencia hacia presuntos patrocinadores de su campaña y quizá hasta socios de negocios señalo que el cambio climático era un invento, era una mentira, cuyo propósito era frenar el desarrollo de EU. Expresó que por lo tanto no aceptaría los compromisos y restricciones a la generación de energía.

Y llegó el momento, Trump cumpliría su absurda promesa. Argumentó que el acuerdo no le convencía y que buscaría otro que beneficiara a su país, a pesar de que fueron muchas las voces y de muchos sectores que le pidieron a tiempo asumir a plenitud el Acuerdo de Paris. Desde la perspectiva económica no solo fueron los académicos y los científicos quienes le advirtieron sobre los peligros del cambio climático (inclusive muchos de ellos y por primera vez marcharon en una manifestación para exigir respeto a la evidencia científica) también se lo pidieron los agricultores, así como los nuevos industriales de la energía limpia. Trump no los escuchó. Los únicos que se manifestaron a favor del retiro fueron precisamente los industriales del carbón.

Las consecuencias del retiro todavía están por verse. Al ser EU el país que emite proporcionalmente la mayor cantidad de gases efecto invernadero el daño al medio ambiente sin duda será terrible y sus repercusiones serán muy graves y muy costosas en el mediano y largo plazo.

En el corto plazo las pérdidas para Trump y EU ya iniciaron. De inicio, el prestigio y liderazgo mundial norteamericano decayó y países como Alemania, Francia y China están asumiendo ese liderazgo mundial. El rechazo a Trump sobre todo de la comunidad científica se acrecienta. Lamentablemente EU pierde parte del respeto y la admiración que debe tener todo líder para ser efectivamente un líder.

Hacia el interior de EU Trump vuelve a perder liderazgo. Diversos actores importantes de la vida norteamericana ya expresaron su rechazo. Lo mismo encontramos políticos que actores de cine y empresarios. Encontramos gobernantes, gobernadores y alcaldes, que ya manifestaron abiertamente que harán todo lo que está en sus manos para disminuir la emisión de gases efecto invernadero. En suma, los norteamericanos no solo están dejando solo a su presidente, empiezan a actuar a pesar de él y en contra de él.

No hay duda, Trump se equivocó contundentemente.

Paradójicamente el error de Trump pudiera ser la llamada de atención que despierte a quienes todavía no están conscientes de la importancia de frenar el calentamiento global. Hoy los ojos del mundo miran hacia este tema. Está en nosotros el aprovecharlo.

Fuente de los Deseos: Ojalá todo el mundo despierte. Ojalá que cada uno de los habitantes del planeta nos comprometamos a utilizar menos energía. Ojalá gane la inteligencia sobre el interés económico momentáneo y con ello demos viabilidad a las próximas generaciones.

Comisionado del Consejo Estatal contra las Adicciones. @TAMBORRELmx gmotamborrel@gmail.com

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