Luis Videgaray continúa con su estrecha relación trumpista. Su cercanía con el yerno del mandatario de Estados UnidosJared Kushner, en nada ha impedido las agresiones de Trump hacia México.

¿Qué negocian?  La lógica no puede escapar del ambiente electoral.

Por una parte, Donald insiste en azuzar ánimos racistas y xenófobos para justificar sus promesas de campaña.

El domingo arremetió con fuerza en Twitter. El miércoles ya había firmado una orden para enviar a su Guardia Nacional a la frontera con nuestro país.

No importa que el muro sea una medida populista y poco eficaz para controlar la violencia, el tráfico de drogas y armas (de un lado y del otro).

Tampoco interesa que la caravana de migrantes centroamericanos no represente una amenaza para la seguridad estadounidense.

Bien lo publicó en su editorial The New York Times: “La acción de Trump no está basada en la realidad migratoria de los últimos años. La cantidad de personas detenidas en la frontera se desplomó de más de 1.6 millones en 2000 a 310 mil  el año pasado, el nivel más bajo desde 1971”.

Además de la difusión de mensajes engañosos, se tiene que condenar la criminalización que hace el habitante de la Casa Blanca hacia un grupo, entre ellos niños y niñas, que sufre toda clase de violaciones.

El tema no es racional. La intención es apelar al discurso de odio para confundir y crear enemigos externos que permitan cohesionar preferencias a su favor.

Donald prepara el camino para la contienda estadounidense de medio término.

¿Y de este lado del Río Bravo?

También la dinámica electorera se desayuna, come y cena en Los Pinos. El 1 de julio está a la vuelta de la esquina. EPN cuenta con la aprobación más baja de los últimos sexenios y su aspirante compite cuesta arriba.

En ese contexto, Peña difundió un muy buen video donde se sumó a lo declarado por el Congreso y los candidatos presidenciales.

Respondió que nada ni nadie está por encima de la dignidad de México. Bien. Pero al mismo tiempo justificó lo hecho por Trump a través de su cercanísimo,  su mano derecha.

¿Por qué Videgaray se convirtió en el “corre, ve y dile” de la secretaria de Seguridad Interior del Gobierno de  Estados Unidos?

En el comunicado de Relaciones Exteriores,  la administración peñista avala la acción norteamericana. Señala en las primeras líneas que la Guardia Nacional de EU únicamente hará labores de apoyo; que no portará armas, ni realizará funciones de control migratorio o aduanero; y que se trata de un despliegue como el que se hizo hace 12 años.

¡Ah, bueno. Qué tranquilizador!

Una vergüenza. El canciller haciéndola de vocero del republicano.

Eso sí, concluye el comunicado con la frase de su encabezado: “Velará el gobierno de México por la soberanía e intereses nacionales”.

Me quedo con lo que escribió esta semana Diego Valadés: “No podemos evitar que en Estados Unidos nos vean como un patio trasero; lo que podemos y debemos evitar es actuar como patio trasero”.

Y la interrogante sigue siendo, ¿a cambio de qué actúa así Videgaray?

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