Cuando cayó el segundo gol del Puebla, alguien me preguntó: ¿Y a quién vas a “criticar” en la columna? En ese momento respondí: A todos.

Tras el recorrido del estadio hacia donde escribo esta colaboración, y al margen de ver el partido en la tribuna, confirmo eso: Todos son responsables. Muchos creemos y pensamos que más allá de estar y apoyar siempre, y como siempre, no podemos ni debemos decir o escuchar, que los resultados, y en particular, este último se debieron a  errores.

Sin duda alguna los tamaños con los que jugaron, no se juzgan, pero desafortunadamente esos errores siguen determinando los resultados, siguen dejándonos en el lugar de la tabla general en el que estamos TODOS.

Las eternas fallas en la defensa han derivado en goles, que ni Aguerre, ni Rodriguez, ni el arquero que piensen o recuerden, puede sacar todo: llevamos ya muchos años con porteros en frente del pelotón de fusilamiento.

Al frente, pues… Lo mismos, los errores en la definición, por x, y o z, pero ya también desde al menos tres torneos, no hay puntería, pese a la confianza que eternamente se les da a ciertos jugadores.

Y bueno, la mitad del campo, en esa zona en donde se debería generar la recuperación y la creación, pues, sigue invisible.

Tras cuatro jornadas, hoy nuestro equipo está sumido en los últimos lugares de la tabla, espero que en el último tercio del torneo no nos demos de topes contra la pared por estos puntos que hemos dejado en el camino. Uno como sea, pero los niños…

Y muy dolorosamente, y hablando de niños —no muy inteligentes por cierto—,  lo que sucedió en la tribuna. Que por qué, que quiénes, que si en la cancha se ganó o no, que si me vio feo etc., es lo de menos. Jamás esto lo diré de forma personal, y espero que de igual forma y sea quien sea, lo razone y recapacite. En esto evidentemente, incluye a los dueños del balón.

La Frase. “El futbol es un juego de errores. Quien comete menos errores, gana”, Johan Cruyff.
@jc_aranaz

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