“La historia es siempre la misma. Aquellos pobres vivientes, aquellas pobres creaturas de Dios, sin apoyo alguno, sin guía, sin asilo, quedaron entregados al azar” (Víctor Hugo en: Los Miserables). 

De esta manera concluye Víctor Hugo la parte en la que relata el crimen de Jean Valjean, al apoderarse de un pedazo de pan para alimentar, en una fría mañana de invierno, a su hermana enferma y a siete sobrinos. “El ganaba durante la época de la poda, 18 sueldos diarios, después se ocupaba en la siega, en ganar bueyes, de jornalero y aún de peón albañil. Hacía cuanto se le presentaba…” pero nada le otorgaba estabilidad, ningún servicio que prestaba se traducía en la menor garantía. El Derecho del Trabajo, fue hasta hace algunos años, el manto protector de la clase trabajadora: “Nosotros desde entonces, ya no somos los mismos”.

El Tratado de Versalles fue uno de los cincos tratados de paz que se firmaron para dar por finalizado el conflicto de la Primera Guerra Mundial. Éste en concreto, fue el impuesto al imperio alemán considerado como el causante de haber iniciado la Gran Guerra y fue la semilla del Estado de Bienestar y por lo tanto del Derecho del Trabajo; estableció principios universales y esenciales respecto del hombre que trabaja. Los principales son: El trabajo humano no es una mercancía ni puede ser objeto de actos de comercio. Derecho de asociación de los trabajadores y de los empresarios.

Hoy en día, todo me lleva a dos conclusiones: Nuestra materia sigue siendo la más “partirizada” no, politizada y el Derecho del Trabajo vive en el vientre de la economía. El destino de la Justicia Social en cada día más turbio. Si partimos de México, América Latina, EE UU y Europa, las cosas no pintan muy halagüeñas que digamos. Según Gabriel García Márquez en su libro “Yo no vengo a decir un discurso”, a propósito de El Caribe, “… creo que su área está mal determinada porque en realidad no debería de ser geográfica sino cultural. Debería empezar en el sur de los Estados Unidos y extenderse hasta el norte de Brasil… Este reclamo legítimo tendría por lo menos la ventaja de que   y todos los grandes escritores del sur de los Estados Unidos entrarían a formar parte de congregación del realismo mágico”.

América Latina estará reconfigurándose políticamente, pues un total de seis países de la región celebrarán elecciones para renovar sus liderazgos y con lo anterior, un nuevo Derecho del Trabajo nos espera. Nos referimos a El Salvador, Panamá, Guatemala, Argentina, Uruguay y Bolivia. La primera elección de 2019 está prevista en El Salvador, donde el 3 de febrero próximo habrá comicios presidenciales y legislativos a través de los cuales más de 5.6 millones de electores registrados habrán de decidir quién llevará las riendas del país hasta 2024, en sustitución del mandatario Salvador Sánchez Cerén.

Panamá votará el 5 de mayo bajo una nueva ley electoral, que reduce el financiamiento privado y establece una campaña de sólo 60 días, en la cual los candidatos a la Presidencia buscarán convencer a más de 2.7 millones de electores de que son la mejor opción para suceder a Juan Carlos Varela. Más de 7.5 millones de guatemaltecos elegirán el 19 de junio al nuevo presidente del país, que tendrá como mayor reto luchar contra la corrupción que ha debilitado al sistema político y que mantiene al actual presidente Jimmy Morales en una disputa con la Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG). Los comicios de Uruguay están programados para el 27 de octubre, pero por ley los partidos habrán de definir sus candidaturas en elecciones internas el próximo 30 de junio.

Se prevé que el proceso electoral para renovar la Presidencia y el Poder Legislativo será tranquilo, sin grandes sorpresas; empero, vistas los graves conflictos sociales en la mayoría de los países, es bueno a un siglo de asesinada, recordar: “La justicia de las clases burguesas fue nuevamente como una red que permitió escapar a los tiburones voraces, atrapando únicamente a las pequeñas sardinas” Rosa de Luxemburgo, asesinada el 15 de enero del 1919. (Continuará).

Desde luego, amigo lector, tú tienes una mejor opinión.

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