De las elecciones intermedias que tendrán lugar dentro de diez días pueden esperarse tres escenarios: 1. Que AMLO, Morena y aliados (PT y PVEM) ganen (ratifiquen) la mayoría constitucional o calificada de la Cámara de Diputados (dos terceras partes de los asientos); 2. Que solo obtengan una mayoría simple (la mitad más uno de las curules); y 3. Que la alianza opositora (PAN-PRI-PRD) sume en conjunto la mayoría simple porque se vislumbra muy difícil, aunque no imposible, que logren alzarse con la calificada.

Lo anterior tiene sustento en las mediciones de intención del voto promedio de las más recientes encuestas de nueve empresas demoscópicas, evaluados hasta ahora por Oraculus México: 42% Morena, 18% PRI, 17% PAN, 6% Movimiento Ciudadano, 6% PVEM, 4% PT, 4% PRD, 1% Fuerza Social por México (FSM), 1% Partido Encuentro Solidario (PES) y 1% Redes Sociales Progresistas (RSP).

Con tales porcentajes (sin considerar la sobrerrepresentación permitida por la ley), Morena por sí solo obtendría unos 210 asientos. Le faltarían 41 para alcanzar la mayoría simple y quedaría así en condición de primera mayoría. Pero los votos estimados para sus aliados PT 6% (30 curules) y PVEM 6% (30 curules), lo llevarían a tener 270 lugares, 19 más de los necesarios para alzarse con la mayaría simple. La constitucional o calificada (334 asientos) se ve lejana.

Por otra parte, la intención del voto para la alianza opositora le da al PRI 18% (90 curules), al PAN 17% (85 curules) y al PRD 4% (20 curules), lo que suma 39% de los sufragios, es decir, 195 asientos, lejos por 56 de la mayoría simple.

Se infiere, entonces, que el escenario más probable es que AMLO, Morena y aliados pierdan la mayoría calificada, pero conserven la simple. ¿Qué quiere decir? Que mantendrían el control para la aprobación del Presupuesto con la mitad más uno de los votos legislativos, blindando así los programas sociales del gobierno; pero perderían la posibilidad de reformar por sí solos la Constitución para darle continuidad a la 4T en la segunda parte del sexenio.

Esto, de acuerdo con varios analistas, significaría en los hechos el fin del gobierno de AMLO, aunque no de su sexenio, que tendría que lidiar ahora con un fuerte contrapeso legislativo frente a reformas cruciales que pretende la 4T, pero excesivas para la oposición, como las pretendidas en el INE, el Banco de México y la Corte, entre otras. Lo que sí quedaría claro, de darse este escenario, es que el electorado no estaría renovando el mandato que dio al gobierno de AMLO en 2018.

Menos probable, aunque no imposible, es el primer escenario: que Morena y aliados arrasen y retengan la mayoría calificada y puedan continuar sin mayor contrapeso legislativo con las reformas constitucionales afines a un proyecto que para la oposición se encamina hacia un régimen autoritario. Para ello AMLO no ha dudado en meter la mano en el proceso y acaso apostar, al igual que la alianza opositora, a una escasa participación electoral. Históricamente, el abstencionismo es alto en las elecciones intermedias y la actual coyuntura podría potenciarla: la pandemia, por un lado, y el desencanto ciudadano frente a una campaña de mentiras, descalificaciones y polarización, por el otro.

En cuanto a la elección de 15 gubernaturas, la intención del voto revela que cambió la tendencia de que Morena arrasaría, según se percibía al inicio de las campañas. De ellas solo conserva hasta ahora la delantera en ocho: Baja California, Colima, Guerrero, Nayarit, Tlaxcala, Sonora, Sinaloa y Zacatecas. Es prácticamente imposible que gane Querétaro, Baja California Sur y Chihuahua. Y en las otras cuatro (Michoacán, San Luis Potosí, Campeche y Nuevo León) la intención del voto en el promedio de las encuestas está muy cerrada.

Un escenario extremo sería el que las dos fuerzas políticas alegaran fraude (desde ya lo incluyen en su narrativa) y por las irregularidades denunciadas se busque la nulidad de las elecciones, lo que hasta ahora solo se alcanza a vislumbrar en el caso de Nuevo León.

Instantáneas:

1. LA SORPRESA en las elecciones a alcaldías en la Ciudad de México la está dando Paula Soto, en Benito Juárez. En esa demarcación capitalina, histórica y marcadamente panista, la candidata de Morena ha remontado desde muy atrás para plantarse competitiva a diez días de la elección. La tiene difícil, a no dudarlo, pero de acuerdo con la más reciente medición demoscópica de la empresa Votia, la morenista Soto tiene ya 37.4% de la intención del voto contra 41.3% del panista Santiago Taboada que busca la reelección.

2. LA DISPUTA electoral en la capital del país se vislumbra reñida. No será, por cierto, un día de campo para Morena ni, mucho menos, la ratificación de su hegemonía en la Ciudad de México. En las elecciones de 2018 ganó 11 de las 16 demarcaciones capitalinas, dejándole dos al PAN, dos al PRD y una al PRI. La intención del voto para el próximo 6 de junio, de acuerdo conLaEncuesta.mx, marca que Morena aventaja claramente en ocho alcaldías: Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Iztacalco, Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac, Venustiano Carranza y Xochimilco. El PAN parece tenerla clara en Benito Juárez, y en alianza con PRI y PRD, en Álvaro Obregón, Cuajimalpa y Magdalena Contreras. Muy cerradas se ven en Coyoacán y Miguel Hidalgo, con ligeras ventajas para la Alianza; y la GAM y Tlalpan, con ligeras ventajas para Morena. En el peor escenario, el partido de AMLO podría perder siete de 16 alcaldías capitalinas.

3. EXCESO DE CONFIANZA. Muy segura de que ganará con el apoyo del actual gobierno de Baja California y de su “amiguito” –así le dice al líder nacional de Morena Mario Delgado, quien durante las últimas semanas ha recibido una andanada de críticas por su presunta responsabilidad en el colapso de la Línea 12 del Metro como financiador del proyecto– la candidata Marina del Pilar Ávila brilló por su ausencia en el debate que sostuvieron la noche del domingo los aspirantes a ese cargo de elección popular. En el post debate, la candidata de la alianza PAN-PRI-PRD, Lupita Jones, fue criticada por asumir una posición de “diva”, lo que dejó abierta la puerta de las propuestas al candidato del PES, Jorge Hank quien, por cierto, sumó a su proyecto en lo que va de la semana a más de 22 mil militantes de Morena que expresaron su desencanto con ese partido y sus dirigentes.

4. SEGURIDAD AÉREA. La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) confirmó lo que ya había advertido hace unos días: que el gobierno de México no cumple con las normas de seguridad establecidas por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Por ello rebajó la calificación del país de 1 a 2, lo que quiere decir que las compañías aéreas mexicanas pondrán continuar con los vuelos que tienen actualmente hacia EU, pero prohíbe cualquier servicio y rutas nuevas. De acuerdo con la FAA, una calificación 2 significa que las leyes o regulaciones del país carecen de los requisitos necesarios para supervisar a las compañías aéreas de acuerdo con las normas internacionales mínimas de seguridad. Se trata de un asunto de prioritario interés que debe resolver el gobierno de AMLO, pero cabe precisar que no es la primera vez que ocurre una degradación de esta naturaleza (en 2010 se le aplicó al gobierno de Fox) y que nada tiene que ver con el rediseño del espacio aéreo mexicano, en vigor desde marzo pasado, ni con el nuevoaeropuerto internacional de Santa Lucía.

5. DISCRIMINADORES. Al parecer la cadena SERSANA es la respuesta para los y las que buscan padecer violencia de género, racismo, clasismo y discriminación. Hasta se pagan altos precios para ser víctima de este tipo de problemas que, en el caso de la violencia de género, llevan hasta el feminicidio. El nombre de SERSANA, la cadena de gimnasios que hay en la ciudad de México, está muy lejos de que sus alumnos logren buenos resultados en cuanto al aspecto sicológico se refiere. De ahí que CONAPRED, el Instituto Nacional de Migración y la PROFECO realicen el trabajo correspondiente para verificar el estatus migratorio de los entrenadores o “trainers”, así como el trato que estas personas le otorgan a quienes caen en la trampa de la propaganda engañosa que se difunde por diversos medios. SERSANA, pues, en lugar de “de generar confianza, seguridad y buen humor”, además de “liberar del estrés” a su clientela, las victimiza con la discriminación y la violencia de género. Lo extraño, en todo este caso, es que los “trainers” son extranjeros que practican todo este tipo de racismo y clasismo. Ya son muchas las quejas que han llegado a este espacio.

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