Los trastornos conductuales por lo regular se detectan a muy temprana edad. Es natural que los niños o niñas sean inquietos y en ocasiones hasta voluntariosos, sin embargo, cuando estas conductas se salen totalmente de control y las rabietas se vuelven el pan de cada día, mostrando cada vez más actitudes violentas en su comportamiento, estamos frente a un trastorno conductual llamado TOD (Trastorno oposicionista desafiante), el cual si no es atendido de manera oportuna puede generar en la edad adolescente otros trastornos que merman su desarrollo en todos los aspectos de su vida (Trastorno disocial) en situaciones mucho más alarmantes y ya de riesgo tanto para ellos como para quienes los rodean.

La etapa de la adolescencia es un periodo de transición significativamente importante, por lo que la conducta en general del chico o chica en esta etapa de su vida se ve alterada. A continuación, algunos síntomas o trastornos propios de la pubertad:

—Trastornos del ánimo: por lo regular obedece al pobre manejo de emociones del adolescente, acompañarlo y ayudarlo a identificar, validar y gestionar sus emociones es vital, ya que polarizan cualquier emoción llevándola al extremo. (depresión, ansiedad, ira, tristeza, etc.).
—Trastornos alimenticios: (anorexia y bulimia). Estos son utilizados por los adolescentes como métodos compensatorios o de evasión ante situaciones para ellos difíciles de manejar. 
—Crisis propia de la adolescencia: son tantos los cambios por enfrentar, que empiezan a desconocerse, sentirse extraños, diferentes, y eso los hace aislarse, no querer aceptar las reglas, estar siempre a la defensiva, y por consiguiente volverse violentos y/o agresivos. 
—Conflictos con la identidad sexual: en esta indagatoria natural del adolescente se enfrentan así mismo y por supuesto a la sociedad, a la cultura, al exceso de información, a la influencia de todo su entorno. Este conflicto le puede generar desaprobación personal y mucha angustia.

Es muy importante que el adolescente se sienta acompañado, si observas en tu hijo o hija alguna situación como las mencionadas anteriormente busca asesoría y el apoyo de un profesional.

La atención oportuna en estos casos hace la diferencia, la terapia cognitivo conductual puede ayudar mucho, ya que le permite al adolescente reconocerse, identificar sus recursos, trabajar su propia valía y con ello favorecer su autoestima y autoconfianza, además de crear hábitos que le propongan un futuro mucho mas pleno y feliz.

Si tienes algunas dudas sobre este tema, estoy a tus órdenes.  Estaré al pendiente chateando en vivo desde mi página www.gloriavillalobos.com el sábado de 9 a 10 de la mañana.

Gracias por darte el tiempo de leer mi columna. Sigo al pendiente de tus comentarios y sugerencias, ¿qué tema te gustaría que abordara? Exprésate, para mí, es un placer compartir contigo… Linda vida.

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Frase de la semana

“Tus heridas posiblemente no son culpa tuya, pero tu sanación es tu responsabilidad”, Denise Frohman

Libros recomendados:

—El poder del Ahora, de Eckhart Tolle. 
—El arte de dudar, de Óscar de la Borbolla.

Comentarios y sugerencias: 
Terapeuta de Psicología Clínica 
y Programación Neurolingüistica 
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