Más allá del cruce de acusaciones que se lanzaron ayer el equipo de Marcelo Ebrard y las empresas de Carlos Slim por la tragedia ocurrida en la Línea 12 del Metro, la responsabilidad de los lamentables hechos recae en una mala planeación del presupuesto de infraestructura del gobierno de Claudia Sheinbaum y del presidente Andrés Manuel López Obrador, quienes han colocado sus prioridades políticas y proyectos estratégicos, como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas o el Aeropuerto de Santa Lucía, por encima de obras de cobertura básica o de trabajos de mantenimiento, castigando los recursos de los estados para dar cumplimiento con estos trabajos.

La directora del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Florencia Serranía Soto, es el mejor ejemplo de esta peligrosa desviación en el enfoque, pues la encargada de garantizar el funcionamiento óptimo de la red de trenes más grande de Latinoamérica llevaba desde hace algunos meses dedicada a hacer análisis y proyecciones para la construcción del Tren Maya.

Mientras las líneas e instalaciones del metro exhibían cada vez más desperfectos, que se materializaban con colisiones entre convoyes y hasta un incendio en sus oficinas centrales, Serranía Soto despachaba desde sus oficinas privadas de Lago Zurich 245, en la colonia Ampliación Granada.

La anticipada participación de Florencia Serranía en la planeación del Tren Maya no debió haber pasado desapercibida para el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues la ingeniera y doctora por la University of London era una especialista en el tema; él mismo la colocó en la dirección general del Metro en 2004, luego de que contribuyó en su gobierno del Distrito Federal a reducir en más de 30% el presupuesto de la Red de Transportes Eléctricos desde la Dirección General de Planeación de Transporte, incrustada en la entonces Setravi, de Jenny Saltiel.

La doctora regresaría a la dirección general del Metro 12 años después, por invitación de su excolega en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Claudia Sheinbaum, aunque nunca abandonó su práctica privada.

La ubicación de la oficina de Serranía Soto en el complejo de Plaza Carso motivó una serie de señalamientos de un presunto vínculo entre la actual directora del Metro y las empresas de Carlos Slim, constructoras del tramo que corresponde a la estación Olivos.

Esto no ayudó en un principio a la estrategia que surgió desde Cancillería, para repartir las responsabilidades de la tragedia hasta en tres administraciones diferentes; sin embargo, ni la funcionaria que se aferra a su posición ni la propia Claudia Sheinbaum podrán librarse de señalamientos de negligencia.

En el caso de Ebrard y Grupo Carso los daños podrían ser a mayor escala, con responsabilidades que pueden ser de tipo penal, si bien no a las cabezas sí a los operadores del contrato de la Línea 12.
En el centro del huracán se coloca el director de Carso Infraestructura, Antonio Gómez García, quien supervisó la construcción de la obra en 2013 y también habría hecho la revisión a su estructura tras los sismos de 2017.

Carso cambió las especificaciones técnicas de la construcción aérea y en lugar de fabricar las trabes de concreto -un material más estable- las hizo de acero, lo cual fue avalado por los calculistas de Grupo Colinas de Buen y por el entonces gobierno capitalino. La decisión ignoró las recomendaciones del estructurista favorito de AMLO, José María Riobóo, con lo que la empresa de Slim benefició a su filial Swecomex.

¿Viene paro de trabajadores del Metro?

El secretario del Sindicato de Trabajadores del Metro, Fernando Espino, no titubeó en señalar a los responsables de la tragedia en la Línea 12: “el colapso de la trabe ubicada entre ambas estaciones se debió a una falla estructural”.

“Una obra tan nueva, de ocho o nueve años, no tiene por qué sufrir una situación de esta naturaleza. Una obra tan nueva no puede caerse”, dijo ayer en entrevista con medios.

Ante esta situación, los cerca de 8 mil trabajadores del Sindicato Mexicano de Trabajadores del Metro anunciaron un posible paro en todas las líneas del transporte colectivo debido a las malas condiciones en las que opera.

Y es que a pesar de que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseguró que no se ha reducido el presupuesto del Metro, y mucho menos en mantenimiento, los datos indican otra cosa.

Vaya crisis para los dos presidenciables, Sheinbaum y Ebrard.

Fibra Educa crece

El fideicomiso de inversión en bienes raíces del sector educativo en México, Fibra Educa, sumó otro trimestre con crecimiento en sus ingresos por arrendamiento y en los fondos de operaciones, pese a la crisis económica que detonó el Covid-19, según su reporte enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.

El fideicomiso inmobiliario que dirige Jorge Nacer reportó ingresos por arrendamiento de 753.1 millones de pesos en el trimestre, un aumento de 3.29% en comparación con el periodo enero-marzo del año pasado.

Los ingresos subieron principalmente por los ajustes de la inflación reconocidos en el valor de las rentas de las propiedades de inversión.

Por otro lado, el ingreso neto operativo fue de 661.5 millones de pesos, equivalente a un incremento de 2.52%, mientras que el FFO aumentó 2.73% a 675.2 millones de pesos.

“Los planes que hemos diseñado y continuado para el ejercicio 2021 nos ha permitido enfrentar exitosamente la situación económica adversa que atraviesa México, originada principalmente por la pandemia del Covid-19”, comentó Jorge Nacer Gobera, presidente del Comité Técnico de Fibra Educa.

@MarioMal
mario.maldonado.padilla@gmail.com

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