Un informe que será presentado hoy en Washington por la EIA (Environmental Investigation Agency) señala a México como uno de los principales puntos de ingreso de madera talada ilegalmente en la Amazonia, donde se halla una de las reservas de productos maderables más extensas del planeta.

El informe señala que todos los exportadores y todos los importadores en el intercambio comercial entre Perú y México han comercializado madera incluida en las listas rojas del organismo de supervisión ambiental peruano (Osinfor), y de la propia EIA.

De acuerdo con el documento El momento de la verdad. Oportunidad o amenaza para la Amazonia peruana en la lucha contra el comercio de la madera ilegal, la madera llegada a México fue “lavada” con documentos que parecen oficiales y contienen información falsa.
Importadores mexicanos como Grupo Tenerife, Proveedora de Maderas Comerciales, Triplay y Maderas de Mayoreo, Muebles Finos Torres, Sud American Limber, Bozovich y Maderas y Triplay El Fénix recibieron volúmenes de madera que en un 100% el Osinfor verificó como ilegal.

En la lista aparecen, entre otras firmas, Madinsa Tableros, Mazter Maderas, Manufacturas de Maderas Excel, Grupo Dags y Carpincentro.

El organismo comprobó que otras empresas importaron “madera lavada” con papeles falsos en volúmenes que iban entre 75 y 98%. En esos casos se encuentran Grey Forestal, Triplay y Aglomerados Tany, Grupo Forestal y CG Universal Wood, entre otras compañías.

Según el Centro para el Derecho Ambiental Internacional, el lavado de madera “es el tercer gran crimen que se comete en el mundo”.

La EIA siguió los cinco recorridos que hizo el barco Yaku Kallpa entre los últimos días de 2014 y fines de 2015. El 73% de la madera que el barco cargó en sus viajes tuvo como destino final México.

De los 23 mil 228 metros cúbicos de madera que el Yaku Kallpa transportó, el Osinfor pudo acreditar que el 82.3% tenía un origen ilegal: 19 mil  116 metros cúbicos de madera ilegal fueron importados a México tan solo en 2015 y siguiendo una ruta que a través de la Amazonia llegaba al puerto de Tampico.

De acuerdo con la EIA, para obtener los documentos que supuestamente autorizaban tal corte de madera, así como los permisos de transporte falso, las empresas debieron pagar medio millón de dólares a oficiales corruptos.

Un embarque enviado a México en agosto de 2015 contuvo por lo menos un 82.5% de madera ilegal. En otro cargamento enviado en diciembre el total ascendió a 96%.

El 26 de septiembre de 2015 el Yaku Kallpa cargó más de cinco mil toneladas de madera peruana y zarpó rumbo a Tampico. Autoridades aduaneras habían advertido al gobierno mexicano que aquella madera provenía de bosques no autorizados para la tala. El barco quedó varado en Tampico.

El informe de la EIA detalla lo que ocurrió a continuación: la Asociación de Importadores Mexicanos, la Cámara de Comercio Mexicana-Peruana e incluso el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, a través de su embajador en México, ejercieron presión para que el cargamento fuera liberado.

Según la EIA, el Encargado de negocios de la Embajada de Perú en la Ciudad de México le envió una carta oficial al administrador general de Aduanas de México: señaló que la retención del barco había venido “afectando el normal desarrollo del intercambio comercial entre el Perú y México y deteriorando la relación comercial entre exportadores e importadores, que ambos países hemos venido fortaleciendo”.

El gobierno mexicano liberó el barco “bajo el argumento de que el único requisito legal para importar madera a México es que esta cumpla con las regulaciones fitosanitarias”.

Menos de dos meses después el Yaku Kallpa partió nuevamente del puerto de Iquitos, en el Perú. El 98% de la madera que transportaba venía amparada en papeles falsos. El barco fue detenido en Tampico. Otra vez se le liberó: según el documento, “la persona que logró rescatar el cargamento de la madera decomisada fue el presidente de la Cámara de Comercio Mexicano Peruano, Eduardo Guiulfo, un empresario peruano radicado en México”.

La EIA afirma que “el mensaje que México está enviando al mundo es que, aun si la madera importada ha sido extraída ilegalmente en su país de origen, igual puede ingresar libremente a los mercados mexicanos. El resultado final es un comercio que afecta adversamente a las comunidades indígenas y locales y perjudica a los negocios legales en ambos extremos de la cadena de suministro”.

Las autoridades mexicanas siguen sin tener facultades para actuar sobre la madera que entra ilegalmente al país. Nada obliga a los importadores mexicanos a demostrar el origen legal de sus productos maderables.

La oferta de madera ilegal en México deja ganancias para todos: vive su mejor momento.

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