Con la llegada de nuevas y nuevos integrantes a las legislaturas, gubernaturas y alcaldías considero importante recordar a todos ellos y todas ellas que soy apartidista igual que la mayoría de las y los mexicanos. Eso ya lo saben pero no está de más volverlo a mencionar.

No apoyo a ningún partido, jamás he militado en alguno y considero que el sistema de partidos políticos mexicano está caduco y constituye uno de los grandes obstáculos para avanzar hacía una verdadera democracia que respete, proteja, promueva y garantice los derechos humanos de todas las personas.

Respeto profundamente a todas las mujeres que participaron de manera casi estoica en las últimas elecciones: sin dinero, sin apoyo y rodeadas de hombres violentos que desde las cúpulas pretendían obligarlas a alinearse por la derecha (o por la izquierda). Pero tengo que decir que me costó mucho trabajo ver a mujeres que respeto, que militan en diversos partidos desde hace años, morderse la lengua, hacer el ridículo con discursos aberrantes y levantar la mano de opositores políticos machistas y misóginos. Tal vez lo más vergonzoso fue ver a mujeres de la política defender las candidaturas de notorios agresores sexuales.

Las elecciones del 2021 trajeron consigo la llegada de 6 mujeres a las gubernaturas, por primera vez tendremos la tan invocada paridad 50/50 en la Cámara de Diputados y Diputadas Federal y miles de alcaldesas tomarán protesta. Todas ellas llegan debido a la persistencia de la lucha feminista que por más de cien años ha exigido y defendido la participación política de las mujeres en México, quizás nunca tanto como en los últimos  diez años. Todas ellas tienen una gran deuda con el feminismo y se los recordaremos siempre.

Regreso al punto. Soy apartidista. No tengo preferencia por un partido político sobre otro. Me parece que todos sin excepción, al recibir grandes cantidades de dinero, al hacer “cochupos” y alianzas mezquinas y al negarse cumplir con su obligación constitucional en materia de derechos humanos, han contribuido a hundir a nuestro país en un lodazal.

En unos días tomarán protesta. Levantarán la mano y se comprometerán a cumplir y hacer cumplir la Constitución. Ojalá tomen con seriedad su juramento.

Lo que yo puedo prometer es reconocer a los y las que defiendan los derechos de todas las personas, trabajen por la erradicación de la violencia y el combate a la corrupción. Prometo una mano extendida para dialogar con quienes no piensan como yo y trabajar con quienes acepten buscar puntos en común que nos permitan mover a México en la dirección correcta.

Pero también prometo seguir siendo crítica de todos y todas, hombres y mujeres, que desde el poder cometan injusticias, atropellen derechos humanos y actúen de manera corrupta, omisa y poco transparente.

A las y los títeres, a las viles marionetas de los partidos políticos y que hoy llegan a las instituciones públicas, dejo una advertencia: cuiden sus cabezas.

Directora Regional de CELAPAZ e integrante de la Red Nacional de Alertistas.
Twitter: @mcruzocampo Fb: maricruz.ocampo

Google News