Usan las estadísticas como los borrachos usan las farolas: para apoyarse en lugar de para iluminarse” 

Adrew Lang.

Realmente, las cifras no son el fuerte del presidente López, un hombre como él, de egregia imaginación, termina desbordando fantasías en los números, convirtiendo a la realidad en “otros datos”.

Hace unos días, en su mañanera, el presidente rabió pero logró contenerse, estuvo a nada de una metida de pata histórica para la relación del Estado Mexicano con la prensa y es que, a López, no le gustan los datos que él considera cada quien interpreta a su modo.

Construido con datos oficiales, el centro de investigación Johns Hopkins coloca a México en el top diez de países con más muertes por Covid-19, nos superan Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Francia y Brasil, entre otras naciones, sin embargo cuando el análisis se hace con base a la tasa de muertes por contagio que resulta de la comparación poblacional, tenemos el número más alto en América Latina: 10.7%.

Cierto, Brasil tiene más muertes que México, unas 25 mil, pero su tasa, dado el número de muertes de contagiados, es menor, 6.2%.

El presidente quiso, con el poder de su palabra y nada más, descalificar los números que más tarde la Secretaría de Salud confirmase y llamó a los medios de comunicación, incluida esta casa, a “deponer su actitud” o se vería obligado a… Y prefirió irse por las ramas, ¡enhorabuena por la moderación!

Nadie quiere hacerle guerra a López Obrador, desde el principio de su gestión ha tenido la posibilidad de pactar con todos los actores políticos y sociales desde una posición ultraprivilegiada, pero ha sido él mismo quién dinamita acuerdos antes de siquiera sentarse a la mesa. Esto tendrá consecuencias políticas que, seguramente, ya veremos en un futuro muy próximo.

Sin embargo, llama la atención que el Doctor Hugo López-Gatell quiera salvar las frases de su jefe, el hombre de la gran fuerza moral que no contagia, sosteniendo que en México “sobreestimamos la letalidad”.

Tiene razón el subsecretario, si el país hubiese dejado a un lado el modelo centinela y apostado, como casi todo el mundo, a la aplicación masiva de pruebas, es muy factible que nuestra tasa de muertes por contagio fuese significativamente menor.

En Estados Unidos se han realizado, hasta el 24 de mayo, 14,163,694 pruebas, en Chile, hasta el 25 de mayo, 488,041 y en México, hasta el 22 de mayo, 190,168. Entre más pruebas realizadas, en términos estadísticos, la tasa de muertes resultaría más baja, cosa que no quiere decir que habría, necesariamente, menos muertes.

Casi ningún país del mundo ha podido contabilizar correctamente a sus muertos, habría de acuerdo a expertos, al menos unas 74 mil defunciones sospechosas de Covid19 no contabilizadas en el planeta… O sea que eso de que “sobreestimamos la letalidad” tampoco genera mucha confianza.

Si querían presumir menos contagios, aplicando menos pruebas, el resultado es una mayor tasa de letalidad. ¡Esos malditos datos neoliberales!

De Colofón

¡Bajen esa campaña!, ¿de verdad piensan que se puede aplicar una idea moralista y fracasada de 1998 a la actualidad?, es propaganda misógina y humillante. En lugar de contar hasta 10, deberían de contar los feminicidios como algo real y actuar en consecuencia.

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