Sin duda este 2020 ha sido un año difícil. Con un reto enorme por la pandemia y la pérdida de cientos de personas que se nos han adelantado, así como una de las crisis económicas más complejas en los últimos cien años.

No obstante, como país y nación hemos salido adelante y demostramos que México y su gente está llena de héroes y valientes.

Héroes y heroínas como los médicos, enfermeras, paramédicos, camilleros, auxiliares y demás trabajadores que se desempeñan en el sector salud; como los policías, soldados, bomberos, brigadistas y demás personal encargado de la seguridad y la protección ciudadana, y como las miles de madres, padres y trabajadores que, no obstante el riesgo por el Covid-19, salen todos los días a obtener el sustento para su familia.

Todas y todos ellos son, sin duda, lo que ha mantenido de pie a este país.

Asimismo, ante las fiestas decembrinas, es inevitable pensar en disfrutar la cena de navidad con todos nuestros familiares y seres queridos, así como adquirir regalos y enseres necesarios para preparar el esperado banquete; por ello, hoy más que nunca, debemos resistir la tentación y proteger a quienes más queremos. El cariño de familia es más que un regalo o una cena lujosa, es pertenencia, protección y afecto. Si para proteger lo más valioso que tenemos, sean nuestros hijos, padres, hermanos o demás familiares, requerimos guardar la distancia y las medidas de sanidad, te invito a que lo hagas.

No hay mejor regalo para ellos que la salud y el bienestar.

Por otro lado, el año que se avecina estará lleno de cambios y retos importantes. Por principio de cuentas, tendremos que afrontar los efectos de la pandemia, priorizando la distribución y aplicación eficaz de la vacuna y reactivar de inmediato la economía, con programas sociales que incentiven la producción y la generación de empleos.

Además, será un año de empoderamiento para las mujeres. Pues ya es momento que tengan más espacios para desarrollarse en igualdad de oportunidades que los hombres, así como para erradicar la violencia de género y los índices de feminicidios, pues ya no es justo que las mujeres vivan con miedo y no puedan desarrollarse libremente.

Asimismo, nos espera un proceso electoral muy diferente a los que hemos vivido en años anteriores, donde los políticos tendremos que cambiar nuestra forma de conectar con la ciudadanía y hacerle llegar nuestras propuestas.

En fin, estamos en un punto crucial como civilización y sociedad, y en estas fechas, más allá del aspecto religioso, me parece que es un momento para la reflexión y la concordia; para hacer un balance de lo más importante y de la gracia que tenemos de estar vivos, sanos y con nuestros seres queridos. Si acaso sufrimos alguna pérdida, es momento de buscar la redención y el consuelo en las bendiciones que nos rodean. Valoremos cada instante y disfrutémoslo como si fuera el último.

Por mi parte, te mando un fuerte abrazo y te deseo lo mejor en estas fechas y, recuerda…si te cuidas tú, nos cuidamos todos.

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