A lo largo de nuestra vida todos vamos rodeándonos de objetos a los que les imprimimos vínculos, historias, vivencias. Los elegimos por el gusto, nos los regalan. Hacemos visibles y materializamos los recuerdos, como las fotografías que registraron una ceremonia de graduación, una boda, un cumpleaños. Necesitamos evidencias físicas que ayuden a la memoria a encontrar y ordenar nuestra propia historia.

Hay objetos que usamos a diario y nos sirven para definirnos y presentarnos ante el otro, como la ropa o los accesorios. Esos los elegimos también para cubrir una necesidad. Nos rodeamos de ellos.

Texto No. 12. Objetos, cuerpos abandonados por otros cuerpos
Texto No. 12. Objetos, cuerpos abandonados por otros cuerpos

Fotógrafas, como Olivia Vivanco o Mónica González, hacen un registro preciso, exhaustivo, agudo, de los objetos que nos acompañan o acompañaron. Olivia registra al migrante en sus trayectos de viaje. Los objetos aquí se convierten en su bien más preciado. Sobre su proyecto Reliquias, Olivia menciona “El viaje es duro y no hay espacio para un equipaje, sin embargo, siempre llevan algo especial: una imagen, un objeto memorias materiales que evocan su identidad. Es un viaje largo que implica pérdidas, por lo que a cada paso estos objetos adquieren más valor. Estas son las evidencias de lo que son y las razones por las que deben continuar”.

Pero, una vez que alguien muere esos objetos se convierten en cuerpos que significan restos también. Son cuerpos que quedaron abandonados por otro cuerpo.

Mónica González, por su parte, resignifica a los objetos a partir de la ausencia, los coloca en  espacios que estructura a partir de la  Geografía del dolor.

Recientemente, César Rodríguez publicó una serie de fotografías a propósito del asesinato de algunos integrantes de la familia LeBarón. Hay una, en particular, que resume la condición del objeto que dejó de pertenecer; en el clóset hay muñecas, vestidos, ropa. Fragmentos de la historia de vida de una niña. 
Cuerpos vacíos, abandonados.

Texto No. 12. Objetos, cuerpos abandonados por otros cuerpos
Texto No. 12. Objetos, cuerpos abandonados por otros cuerpos

La cama ya no recibirá un cuerpo que necesita descansar todas las noches. Las sábanas quedarán intactas, no cubrirán a nadie.

La ropa quedará colgada en el clóset, vacía, sin aliento, sin el olor y los rastros de uso que el cuerpo le otorga.

Los zapatos no volverán a pisar el lodo de las calles después de un día de 
lluvia.

El cepillo no volverá a recorrer el mar de cabello recién lavado ni alineará los desparpajos que provoca la almohada.
Y todas las fragancias dejarán de perfumar el cuerpo después del baño.

Las identificaciones quedarán guardadas en una cartera, ya no servirán para identificar a nadie, ya no le darán el acceso a nadie; no será necesario.

Hay sillas vacías en la mesa.

Hay voces que dejaron de ser escuchadas.

Nombres que dejaron de ser mencionados.


¿Qué hacer con todos estos objetos?
Contacto: Twitter @CDomesticada
Piedad es artista visual con maestría 
en Diseño e Innovación en Espacios Públicos. 
Actualmente es profesor de cátedra en
 el Tec de Monterrey campus Querétaro. 

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