En este artículo se pretende coadyuvar para que los lectores puedan establecer criterio al seleccionar un predio para construir una casa habitación o algún otro tipo de edificación, lo que incluye establecimientos comerciales o industriales en nuestra Zona Metropolitana de Querétaro (ZMQ), desde el punto de vista de la ingeniería civil.

En diversas ocasiones, quien aquí escribe ha tenido la oportunidad de escuchar a personas interesadas en adquirir un predio en determinada zona de nuestra metrópoli, quienes desean recomendaciones y asesoría. También se ha tenido participación en muchos estudios de mecánica de suelos para fraccionamientos, algunos proyectados y otros ya en proceso avanzado de construcción, tanto en la ZMQ como también en otras ciudades del país. Asimismo, a lo largo de la práctica profesional como ingeniero civil geotecnista, se ha tenido ocasión de realizar estudios para obras muy diversas, no únicamente para desarrollos de vivienda, también para instalaciones industriales y comerciales, además de peritajes técnicos ante situaciones de falla o riesgos de falla en diferentes tipos de edificaciones.

Una situación típica ocurre cuando alguien se nos acerca en busca de consejos y plantea que pretende comprar un lote en cierto fraccionamiento. Es posible que el sitio que ha considerado tenga potencialmente diversas problemáticas de distinta naturaleza que tendrán que enfrentarse. Pueden relacionarse con las dificultades que el terreno presenta para una adecuada cimentación (subestructura) y la seguridad de la superestructura que quiere se construya sobre el predio. En nuestra capital existen fallas por subsidencia en el valle, a causa de la extracción del agua subterránea, las cuales pueden dañar cualquier obra que se construya sobre ellas o en su cercanía. Otro de los problemas típicos que pueden enfrentarse al construir en la ZMQ está relacionado con las características del subsuelo; la capa superficial de suelo en el valle es una arcilla muy inestable volumétricamente, cuando se humedece se expande y cuando se deshidrata se contrae, lo cual ha sido causa de daños en gran cantidad de viviendas. Adicionalmente, algunas laderas de nuestra ZMQ presentan en el subsuelo materiales heterogéneos que pueden resultar inestables, poniendo en riesgo las edificaciones que sobre ellos se construyan.

Otra adversidad potencial puede estar relacionada con el agua, por riesgos de escurrimientos e inundación, lo cual es frecuente en nuestra ZMQ. Muchos fraccionamientos se han ubicado en zonas con peligro de inundación, se han construido sin las previsiones necesarias; debe señalarse, que también esto ha sucedido en parques industriales. Existen desarrollos inmobiliarios que destruyen bordos que antes han prestado utilidad en la regulación de los escurrimientos pluviales. Por otro lado, a menudo, los desarrollos inmobiliarios provocan modificación de las condiciones hidrológicas las cuales afectan, además del sitio en que se establecen, las zonas aguas abajo, generando mayores riesgos de daños por los escurrimientos y por los materiales que arrastran.

Nuestra ZMQ, en el ámbito del desarrollo urbano, padece problemas crecientes de movilidad: el transporte de un sitio a otro es cada día más difícil y el tiempo de traslado aumenta. No será sencillo definir la mejor zona para construir o adquirir una vivienda. Existen áreas nuevas en la metrópoli con vialidades que, de momento, se observan con poca carga vehicular, pero en pocos años podrán anidar muchos fraccionamientos que harán pasar penurias, saturando esas vialidades las cuales rara vez tendrán posibilidad de ampliarse a más carriles, porque no se invirtió en disponer de la reserva de terreno necesario. Eso está generalizado en nuestra metrópoli.

Ex Rector de la UAQzepeda@uaq.mx

Google News