Durante el último año, un grupo amplio de organizaciones trabajamos para poner sobre la mesa alternativas de solución a los problemas más acuciantes de nuestro país. A partir de la especialización de las organizaciones, definimos, por consenso, los siete ejes temáticos y las 56 propuestas que integran nuestra agenda. Todas ellas se basan en diagnósticos precisos, tienen viabilidad presupuestal, establecen si se requiere modificar al marco normativo y definen política pública.

Este ejercicio derivó en la Tercera Cumbre Ciudadana, celebrada con el título: “Por un Estado democrático de derechos, sin corrupción ni impunidad”. Ahí todos los candidatos a la Presidencia tuvieron la oportunidad de presentar sus opiniones en torno a nuestras propuestas. Primero, las buenas noticias: en una enorme proporción, los candidatos suscribieron las propuestas como están planteadas o con reservas: 96.5%, Ricardo Anaya; 96.4%, José Antonio Meade; 94.6%, Andrés Manuel López Obrador, y 89.3% Jaime Rodríguez. Esto significa que, independientemente de quién sea el titular del Ejecutivo y cómo quede integrado el Congreso, hay amplias coincidencias para mantener la conversación y definir una ruta de trabajo tanto en el periodo de transición como con los próximos gobiernos.

Ahora dos preocupaciones: nuestra propuesta de abrogar la Ley de Seguridad Interior no la suscriben José Antonio Meade ni Jaime Rodríguez, y la suscriben, con reservas, Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador. Sin duda, la situación de violencia que vive México hace necesaria la participación de las Fuerzas Armadas y, desde luego, se requiere de un marco jurídico que la regule. Sin embargo, creemos que esta Ley no favorece a las Fuerzas Armadas ni a la población ni al país. En este tema será necesario profundizar el diálogo para acercar posiciones.

El otro asunto que exige mayor discusión es el del fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil. De los 10 planteamientos sobre el tema, solamente dos fueron suscritos por los cuatro candidatos; los ocho restantes tienen reservas o las rechazan Andrés Manuel López Obrador, Jaime Rodríguez y José Antonio Meade. En nuestra opinión, esto demuestra que todavía se conoce poco al llamado “Tercer Sector”, su origen, su misión y su contribución al desarrollo del país. Además, como en todo, es importante no caer en generalizaciones que sólo encubren la diversidad y la pluralidad de las organizaciones sociales.

Abundando un poco más, la mayoría de las organizaciones sociales son un aliado a la causa de alertar y denunciar ineficiencias, ineptitudes o actos de corrupción; son parte de los contrapesos que cualquier sociedad democrática debe tener. Aún más importante, de ellas surgen constantemente propuestas para enfrentar y resolver los graves problemas que asolan nuestro país.

¿Qué sigue? Reconociendo que contamos con instituciones y libertades, generar grandes acuerdos nacionales que nos permitan fortalecer a las primeras y ampliar las segundas. En este sentido, la #3aCumbreCiudadana fue un punto de partida, el inicio de una ruta de trabajo con quienes serán nuestros representantes en los poderes Ejecutivo y Legislativo durante los próximos años. Así lo acordamos con los candidatos: mantener un diálogo permanente, respetuoso y constructivo que, alejado de crispaciones y descalificaciones, nos permitan a todos coincidir en diagnósticos y en algunas de las acciones que se requieren con urgencia a lo largo de la amplísima gama de problemas que enfrentamos.

En síntesis, la Cumbre deberá ser una oportunidad, desde luego no la única, sino una entre muchas más, para reencontrarnos en la concordia y en la solidaridad. Ojalá así se entienda.

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