Este 1° de mayo, en Querétaro, en el desfile del Día Internacional del Trabajo, se dieron cita miles de trabajadores para conmemorar la gesta heroica de aquellos que lucharon por mejores condiciones laborales.

En el presídium se observan los rostros de los líderes de siempre, los inamovibles, aquellos que aseguran que representan a miles de trabajadores, cuando difícilmente se representan a sí mismos. Utilizan para ello prácticas corporativistas útiles al mismo sistema que dicen cuestionar, en resumen, mesas de honor de un sistema en decadencia. Ninguno de los líderes sindicales ahí presentes ha cuestionado la imposición de reformas estructurales en contra de los trabajadores; como la laboral, la educativa, la hacendaria o la energética, por lo tanto, no les preocupa estar a la altura de las demandas de los trabajadores que dicen representar.

En el mismo presídium se observa la presencia del gobernador del estado, acompañado de algunos integrantes de su gabinete. Los mismos que en estos siete meses de gestión han evidenciado la carencia de comunicación suficiente y eficiente con el pueblo.

La marcha de las y los trabajadores transcurría en una aparente calma. Las protestas iniciaron desde temprano; al paso del tiempo, las mismas se tornaron álgidas. Los contingentes se detuvieron, el deficiente equipo del gobernador no supo qué hacer, de repente, playeras y gorras —las mismas que se habían distribuido por miles a los trabajadores— empezaron a volar. Alguna de ellas le cayó al secretario general del SNTE, fue entonces cuando los mismos que habían invitado al gobernador a presenciar la parada obrera, ahora le indicaban abandonar el lugar.

Aunque no lo hubieran abandonado, ese templete se encontraba vacío desde que inició el evento. El liderazgo se gana a través de las acciones, no a través de membretes vacíos.

La lesiva reforma educativa fue impuesta y, hoy, brillantes y comprometidos profesores en el estado han sido injustamente despedidos por haberse opuesto a la evaluación con la que les anulan derechos laborales. Han defendido la educación como el pilar fundamental de la nación, sin que alguien los escuche.

El 11 de diciembre, la LVIII Legislatura en el estado aprobó a escondidas la propuesta del Ejecutivo estatal para modificar las condiciones laborales de los Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado, quitándoles el derecho a la jubilación y disminuyendo sus prestaciones. En un derroche de cinismo, 12 días después —el 23 de diciembre— nuevamente a escondidas, aprobaron pensiones millonarias para los magistrados, lo que significaba un insulto a la población y a los trabajadores recién dañados.

Sin importar que las y los trabajadores de limpia han realizado una excelente labor, el gobierno municipal impulsó y logró, con acuerdo de los regidores, que el servicio de recolección y traslado de basura se concesionara a favor de una empresa particular, sin importar que con esa decisión 350 trabajadores serían liquidados.

Asimismo, los comerciantes organizados han sido amenazados con ser retirados del lugar desde donde se ganan el sustento diario para ellos y su familia en la Alameda Hidalgo.

En todos los casos, a excepción del tema de los comerciantes, compraron a sus dirigencias gremiales y creyeron que nada sucedería.

Finalmente, en un acto de empoderamiento de la clase obrera, el templete fue ocupado por trabajadores que han encontrado las coincidencias, dejando a un lado las diferencias.

La lucha obrera apenas comienza.

Presidenta de Desarrollo Comunitario para la Transformación Social@AliciaColchadoA

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