Vito Corleone o Vito Antolino, este  cambio en su nombre obedece a que su madre mató al mafioso dominante del sector, por haber asesinado a su padre y hermano.

En este pasaje veremos la única vez en la que la mujer se vuelve protagonista de la novela, defiende, se venga y decide mandar huyendo a su único hijo Vito para salvarlo de la venganza.

Un niño que llegó a NY exiliado y perseguido a los 10 años. Tuvo que sobrevivir a un entorno nuevo y sin familia que lo protegiera.

Buscó trabajo en muchas actividades, cuando creció se casó y tuvo tres hijos: Santino, Fredy, Michael y Constanza.

Así la novela de El Padrino, del escritor Mario Puzo, con una buena construcción de personajes inicialmente nos muestra la psicología de los mismos e incluso a los villanos llegamos a tomarles el resentimiento requerido,  desarrolla un sentido relato de un hombre que no tuvo nada y lo tuvo todo.

Vito se abre paso, volviéndose casi imprescindible dentro de su comunidad, se dedica al contrabando de aceite de oliva, whiskys y robos menores, pero siempre como primer lugar en su vida: su familia.

Es un personaje con motivaciones, por ejemplo tener el poder, era complaciente, poseía excelentes herramientas sociales, negociación, sensibilidad, empatía y una presencia respetable. Su carrera se basó en cómo lo vivió desde su infancia; derramando sangre.

Haciendo un análisis de El Padrino no puedo evitar citar a Maquiavelío: “Más vale ser temido que amado”,  los hombres traicionan fácilmente a quien aman, pero se mantienen a raya cuando temen a alguien y esa es la personalidad que mantiene Vito Corleone.

Y podemos analizarlo en el pasaje donde Amerigo Bonasera, el sepulturero quien se acercaba al Padrino buscando venganza por el agravio a su hija, pero Vito le reprocha que no lo hace con respeto, no le pide ser su amigo, no lo reconoce como su padrino y le pide que mate por dinero.

Entonces Bonasera pide que sea su amigo, le besa la mano y Vito nos da entender que comprende a Maquiavelío y sabe cómo comportarse como un hombre con poder.

Leyendo este libro por tercera vez en mi vida, me doy cuenta que he conocido varios Padrinos, personas que por la naturaleza de sus circunstancias desarrollaron forzosamente y lejos de la educación tradicional, en la aulas y de los libros,  pero son personajes importantes dentro de su comunidad, ya sea por destacarse económicamente y por influir internamente dentro de su célula social.

Sin embargo, con toda su historia de no tener nada a tenerlo todo, también el libro muestra su lado más vulnerable como hombre en lo que más amaba; a sus hijos.

Ya que no todos pueden ser como él, príncipe de la mafia, supo lidiar con todas sus personalidades, aceptándolos a cada uno con sus defectos y virtudes, pero nunca sin retirar su amor y confianza a cada uno.

*Artista visual, escritora y terapeuta

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