La economía y sus términos técnicos se han distinguido por ser poco amigables para el común denominador de la gente. Hace apenas dos semanas nos dieron el aviso de que bajaban las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para nuestro país en 2014, sin que nos quedará claro que impacto tiene esto en nuestra vida y particularmente en nuestra cartera, al menos por lo que queda de este año. Aun no acabábamos de digerir y de entender las consecuencias de aquel asunto cuando el viernes pasado nos dan la noticia de que la Junta de Gobierno del Banco de México decidió sorpresivamente bajar la tasa de interés o de referencia en medio punto. La pregunta lógica sería ¿y esto con qué se come? Lo explico de manera breve. Los gobiernos tienen dos grandes instrumentos para manejar la economía, por una parte la política fiscal manejada desde la Secretaría de Hacienda que básicamente es la determinación de los impuestos y la aplicación del presupuesto y por la otra parte la política monetaria en manos del Banco de México que tiene en la tasa de interés de referencia una de sus principales herramientas de trabajo. El Banco de México tiene como principal objetivo de su política monetaria conservar el poder adquisitivo de nuestra moneda, es decir combatir la inflación que al aumentar hace que nuestros pesos puedan comprar menos cosas. Sin embargo esta vez el Banco de México tomó la decisión de bajar la tasa de referencia no como estrategia de regulación de la inflación sino como un empujón para la economía en momentos donde cualquier estímulo que se pueda dar es esencial para salir de los baches económicos. En esta ocasión y rompiendo un poco su disciplina monetaria el Banco de México cedió ante las presiones externas y determinó bajar del 3.5% a 3.0% la tasa de interés. ¿Cómo y por qué esta decisión nos puede impactar positivamente en la economía de nuestro país y tener impacto en los ciudadanos de a pie? Reduce el incentivo de dejar tu dinero en el banco, porque la tasa de referencia del Banco de México marca la pauta para la tasa de interés que ofrece el banco por tu dinero. Si el banco te baja el interés poniéndolo en cero o menos cero tomando en cuenta la inflación, una reacción previsible es que los ahorradores pongan a trabajar su dinero en alguna otra inversión que implique poner a circular el dinero en la economía en lugar de estar guardado en el banco. Como consecuencia de esto podría incrementar el consumo y la inversión teniendo un impacto positivo en la reactivación de la economía. Abarata el costo de pedir prestado. La disminución de la tasa de interés de referencia hace más barato el costo de los préstamos que pudiéramos solicitar, lo cual pudiera ser un incentivo para los particulares y para las empresas para financiar gasto e inversión por vía de créditos más baratos. La baja de intereses pudiera presentar una oportunidad para renegociar deuda por parte de gobiernos, empresas y personas físicas. Esto podría traducir en un nuevo acuerdo en tu esquema de financiamiento donde pagues mensualidades más bajas a partir comúnmente de una reestructuración con el banco que te prestó o con uno que esté dispuesto a pagar esa deuda para que la recontrates con él a una mejor tasa de interés. Pudiera también ayudar a hacer más atractivos los planes de compra de casas y otros bienes como automóviles cuyas industrias, la de la construcción y la automotriz respectivamente, están pasando por un mal momento teniendo un impacto negativo en la economía y en la generación de empleo. Es muy importante reactivar estos dos sectores que por su tamaño al recuperarse pudieran generar tal derrama económica que beneficie no sólo a los que están inmersos en esos sectores sino a muchos otros sectores más. Ten los ojos abiertos, ya que los efectos de esta decisión del Banco de México de bajar su tasa pudiera en próximos meses representar algún beneficio en tu cartera, de manera activa o pasiva. *Abogado con Maestría en Políticas Públicas y Especialidad en Finanzas. Universidad del Sur de California.

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