Las recientes declaraciones de la titular de la Conade, Ana Gabriela Guevara, en las que habló de cómo los empresarios que supuestamente "apadrinarían" a los deportistas mexicanos rumbo a Tokio 2020 solamente quieren "prostituir" la imagen de los atletas por 20 mil pesos al mes durante los próximos 10 meses. Y de alguna forma tiene razón, pero el tema va más allá y tiene también que ver con la manera en que hay quienes desde el otro lado, del de los deportistas, también buscan siempre sacar la mayor ventaja de su imagen y posición, aún cuando no sean tan destacados en su disciplina.

En este punto, es importante separar las formas en que pueden tener ingresos. La privada, con las diferentes marcas que buscan tener presencia en el deporte son muy válidas y necesarias. Sin embargo, hay que ir más a fondo en los "patrocinios" que vienen del dinero público.

Y en ese sentido tenemos que analizar cómo nosotros, los que fuimos directivos o tuvimos un cargo importante para tomar decisiones, hemos sido responsables de alentar esa "prostitución" que también viene de parte de algunos deportistas, porque les hemos dejado las manos libres para conseguir recursos que vienen del erario, hostigando y envolviendo a presidentes municipales, directores de institutos, etc., quienes de esa imagen se cuelgan para decir que están preocupados por el desarrollo deportivo.

Insisto, no preocupa que obtengan esos apoyos, pero lo que hay que tomar en cuenta es que ha habido y hay deportistas que son capaces de cualquier cosa para obtener recursos, incluso cuando no tienen la calidad suficiente como para clasificar a unos Olímpicos (ahora que está la parte final del ciclo a Tokio) y llegan a tener más apoyos que otros que sí son destacados, porque se han sabido mover en esos círculos.

Por eso es que se deben poner normas, de lo contrario, los que tienen esa habilidad y el tiempo para conseguir apoyo, seguirán con esa dinámica, en la que parece que se dedican más a conseguir ese dinero que a entrenar. Y eso ha pasado desde hace muchos años y debo aceptar que lo hemos propiciado nosotros los directivos que nunca pusimos atención en estas prácticas.

Hay atletas tan hábiles que tienen apoyos por todos lados, que consiguen equipos multidisciplinarios completos y caros para asegurar que están trabajando aunque no tengan las posibilidades reales de éxito. Son personajes que politizan su carrera, que venden su imagen

¿Cuántos otros deportistas no tienen los apoyos que requieren y deben buscar por otros lados? Es decir, no es una repartición pareja del recurso y eso es lo que no se puede permitir, porque entonces sí pareciera que hay favoritos. Mientras no exista una normatividad para dar los apoyos y la Conade le pida a los municipios, entidades y otros órganos gubernamentales que sean congruentes con la manera en que otorgan ese dinero, seguirá la disparidad.

O como también se dice: "A río revuelto, ganancia de pescadores".

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