Como cada semana, sigo recibiendo tus dudas e inquietudes para apoyarte como psicoterapeuta y sexóloga.

Pregunta: Hola, Rocío, buena tarde. Soy Roberto y tengo 35 años, estoy casado desde hace 8 años, tengo buenas relaciones afectivas y sexuales con mi esposa. Hemos sido muy empáticos y confiamos el uno del otro, aunque tenemos un punto de vista muy diferente con respecto a los clubes swingers. Yo creo que es una forma de divertirnos y abrir opciones para relacionarnos sexualmente, es como darle oxígeno a nuestra relación, pero el punto de vista de ella es que corremos muchos riesgos de afectar nuestra relación que hoy en día está muy bien. Piensa que me puedo sentir sexualmente mejor con otra mujer o al revés, que ella prefiera a otro hombre y dice que no hay por qué arriesgarnos si somos felices. Creo que tenemos que ir modificando nuestra relación por eso me digo swinger para mí sí, para ella no. Dime qué puedo hacer para convencerla, estoy seguro que yo no le voy a ser infiel, sólo quiero vivir otras experiencias. Gracias Rocío, confío mucho en tu punto de vista.

Respuesta: Roberto, gracias por tu gran confianza. Quiero decirte que los comprendo a los dos, pues ambas posiciones son perfectamente normales, es por eso que no llegan a un arreglo. Como en todas las diferencias de pareja, debe existir un acuerdo. Lo que dice tu esposa es totalmente comprensible, está preocupada por la salud de la relación, pero también carga con inseguridad y esas dos situaciones hay que atacarlas. Si como dices hay confianza entre los dos, pregúntale: ¿por qué cree ella que tú la cambiarías por otra? A lo mejor no confía tanto en ti como tú crees, es cuestión de plantearse esta pregunta y escuchar su respuesta. Otra sería: ¿por qué ella está desconfiando de sí misma? Esas y otras incógnitas pueden estar pasando por su cabeza. Hay que resolver todas las dudas. Pero todas, Roberto, por favor. Quiero decirte que en esta ocasión la única forma que tienes de que ella cambie su punto de vista es convenciéndola; en estas decisiones no puede haber ningún sentimiento de obligación, manipulación, ni condicionamiento, ella debe estar completamente convencida, porque de lo contrario los resultados pueden ser devastadores para la pareja. Busca razones y argumentos para convencerla pero sin imposición, con mucho tacto y comprensión.

Puedes pedirle con mucha delicadeza que vayan como observadores, asistan al club swinger, siéntense cómodamente, tomen alguna bebida y quédense tranquilos, nadie, absolutamente nadie los va a obligar a hacer nada que no quieran. Hay variantes en cada club y es importante que se informen y vayan al que se sientan con más confianza. Hay algunos que practican el sexo enfrente de todos, ver a otros practicando sexo es sumamente excitante, y después puede que al llegar a casa estén más ardientes que de costumbre. Podrán  platicar lo que les gustó y lo que no. Tu pareja debe estar muy segura de que tú jamás harás algo que a ella le incomode.

Yo sé que  al inicio estarán muy nerviosos y más ella, pero déjense llevar por el momento. Vivimos encorsetados todo el tiempo por la moral, lo religioso, el trabajo y la familia, entre otras cuestiones. En ocasiones dejarse llevar es muy saludable. Después, con mucha más confianza y apertura, podrán platicar sobre hacer tríos, intercambio de parejas o hasta orgías. Claro que se corren riesgos, siempre los hay en esta vida. Con mucha comunicación, confianza y amor, pueden complacerse y gozarse.

¡Les deseo un feliz placer!

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