La presión del presidente López Obrador y sus bancadas legislativas para doblegar a la mayoría de las y los ministros, no tendrán efecto alguno. Por más que quiera ensuciar el trabajo de los impartidores de justicia, la mayoría del “pueblo” no compra la campaña mediática de desprestigio, cuyo único propósito es someter al dominio del Poder presidencial a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y ésta placenteramente apruebe todos los actos inconstitucionales del gobierno morenista.

López insiste en evidenciar los altos emolumentos de los ministros en comparación con lo que él percibe, asegurando que ganan más que funcionarios del mismo rango en otros países. AMLO no resiste que los mexicanos perciban buenos salarios por su trabajo. Bajó los salarios de los empleados de primer y segundo nivel del gobierno federal, les quitó parte de su aguinaldo y pretendieron reducir prestaciones a los trabajadores, acción inconstitucional que no prosperó. Para que los empresarios se sumaran al infame plan de “austeridad”, les propuso bajar salarios a los ejecutivos.

Andrés López Obrador quiere un país de pobres, sin aspiraciones, que solo estiren la mano para recibir sus alimentos racionados, emulando a los gobiernos de Cuba o Venezuela, regímenes que admira por su pobreza franciscana, pobreza en la población, no así en las élites de los gobiernos. Esa es su aberrante aspiración. También aspira a destruir derechos humanos fundamentales, como el de recibir una buena educación gratuita o un servicio de salud digno para los mexicanos; no tolera la crítica, todo debe adecuarse al pensamiento retrógrado del presidente. De ahí los ataques constantes a los ministros. No soporta las mentes brillantes que opinen libremente, que debatan y critiquen los abusos que cometen los administradores del erario, queriendo limitar derechos humanos. Todo debe ser plano, acorde a la mente obtusa del Titular del Poder Ejecutivo.

AMLO lloriquea por los altos emolumentos de los ministros. Sin embargo, él percibe mucho más, toda vez que los emolumentos, que no el salario bruto, se conforman con otras prestaciones. ¿Cuánto cuesta vivir en Palacio Nacional? ¿Cuánto cuesta mantener al Presidente y a su esposa? ¿A cuanto asciende el gasto de mantenimiento de las habitaciones del presidente? ¿Cuál es el costo de los constantes viajes por tierra y por aire de AMLO y su numeroso equipo médico y de seguridad que le acompaña? Sin duda que los emolumentos del Presidente son onerosos.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

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