Este planeta nuestro está lleno de sorpresas y lugares verdaderamente insospechados que son un deleite para la contemplación. Supongo que hay relativas similitudes naturales, particularmente de flora y fauna, en los distintos países según su ubicación en los hemisferios o en la región cercana al ecuador por el efecto del calor del sol a lo largo del año. Pero hay lugares que adquieren características únicas, gracias a su geología, donde múltiples formas caprichosas que en ocasiones respetan la proporción geométrica de la belleza, nos sorprenden en cavernas, mares, montañas, planicies y muchos más lugares.

Uno de esos sitios enigmáticos y mágicos es el Parque Nacional de Yellowstone en Estados Unidos, donde más de un tercio del mismo se asienta sobre la caldera de un volcán gigante, demasiado antiguo y activo hoy día. Dicen los expertos que algún día entrará en erupción, con consecuencias catastróficas, aunque aseguran que es poco probable que sea en un plazo breve. Este lugar está pleno de espacios tales como Mammoth Hot Springs, terrazas formadas por la emisión y flujo constante de agua termal y carbonato de calcio que, a lo largo de miles de años,  ha dado forma a paisajes como esta fotografía que nos transporta de inmediato a otro mundo.

A veces, la oportunidad de ver imágenes de estos espacios nos permite distraernos un poco del enorme acopio de angustias que nos aquejan, y reconocer que la  Tierra siempre tiene pequeños obsequios que nos recuerdan la importancia de cuidarlo y protegerla, en especial de nosotros mismos, allá y en este Querétaro nuevo que deseamos conservar.

*Twitter: @GerardoProal

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