"Cuida a tu niño interior, ámalo, protégelo, hazlo reír y atiéndelo, tu eternidad te lo agradecerá”, Ángeles Ochoa, escritora mexicana y altruista.

Como cada semana,  me da mucha alegría y me carga la pila el poder tener el privilegio de desearles que hayan tenido una estupenda semana, protagonista de la cristalización de sueños, metas y anhelos.

El tema que hoy me ocupo de presentarles no es cosa menor, pues nos lleva a la acción que espero podamos tornar remota a la demagogia superflua, y se traduzca en acciones del día a día, sin necesidad de que nadie nos recuerde que la infancia es el mejor activo fijo de una sociedad humanista y de avanzada.

Me refiero a la Guía Práctica, publicada el 7 de septiembre de 2018, que se creó para la protección y restitución de los derechos de niñas, niños y adolescentes, propuesta por el Sistema Nacional de Protección, la cual es una herramienta valiosa porque presenta la información esencial que requieren las procuradurías locales para ejercer sus objetivos y funciones.

El documento que abordamos hoy busca apoyar a todo funcionario público para que se conozcan —paso a paso— los contenidos del procedimiento señalado por el artículo 123, para brindar recursos técnicos y ejemplos concretos para su aplicación, en lo que se le denominará: caja de herramientas.

Asimismo, constituye una fuente de consulta general para los ciudadanos que deseen conocer los procedimientos concernientes para brindar la correcta protección y restitución de los derechos de la infancia y adolescencia, por medio de la identificación del riesgo o vulneración de sus derechos, entre los cuales se encuentra la determinación y aplicación de medidas especiales.

¡Molto bene! Si ya desperté su curiosidad por conocer más, se estarán preguntando qué entidad editó tan necesaria y trascendente guía, pues se trata de la autoría del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF nacional), como del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Un aspecto significativo es que conozcamos el eje rector de la guía de la que hablamos hoy, que encuentra su base en los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, previstos en esta Ley General (Art. 13), en donde se garantiza el derecho a la vida, a la supervivencia y el desarrollo, así como derechos a la prioridad, a la identidad, a vivir en familia, a la igualdad sustantiva, a no ser discriminado, a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral.

De la misma manera, establece el derecho a una vida libre de violencia, a la protección de la salud y seguridad social, a la inclusión de niñas, niños y adolescentes con discapacidad, a la educación, al descanso y al esparcimiento, a la libertad de convicciones éticas, pensamiento, consciencia, religión y cultura, a la libertad de expresión y acceso a la información, además de participación, de asociación y reunión, a la intimidad, a seguridad jurídica y el debido proceso.

E incluyendo a niñas, niños y adolescentes migrantes, también se encuentra el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluida la banda ancha e Internet.

Luego de haberles presentado, de primera mano, una parte del compendio de la ley, espero haber despertado su inquietud para ilustrarse más y ponerse en contacto, tanto con las oficinas del DIF, como del Unicef, por lo que les dejo los medios para contactarlos: @DIF_NMX y mexico@unicef.org

Me retiro por hoy, en espera de haber aportado a su capital efectivo e intelectual. Me despido con mi acostumbrada frase:

“¡Hasta siempre, me voy a ser feliz, haga usted lo propio!”.

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