El lunes comenzó el Querétaro Aeroespace Conference 2021, la primera conferencia aeroespacial que organiza el Aeroclúster Querétaro para compartir tendencias del sector a nivel global, así como las capacidades de la industria en el estado y la región.

Este evento me parece un buen marco para recordar un análisis que hice hace dos años sobre este clúster (“Talento para despegar”, Índice de Competitividad Urbana 2018 del Instituto Mexicano para la Competitividad), cuyas conclusiones son relevantes en el contexto actual donde las entidades tienen un gran desafío para que su economía se recupere de la pandemia.

A pesar de las afectaciones que ha sufrido la industria, de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía, la fabricación de equipo aeroespacial es la cuarta rama que ha recibido mayor inversión extranjera directa en Querétaro, con casi 981 millones de dólares acumulados entre 1999 y el primer trimestre de 2021. Además, es la tercera entidad con mayor presencia de industria aeroespacial.

Más allá de su importancia a nivel macroeconómico, el clúster destaca por haber nacido en torno al talento. En 2005, Querétaro ganó el concurso que lanzó Bombardier para ubicar una nueva planta en México. El elemento distintivo de la propuesta queretana fue la creación de la Universidad Aeronáutica de Querétaro (UNAQ), una institución pública de educación superior para formar al personal especializado que requiere la industria aeroespacial.

Desde entonces, la UNAQ ofrece programas técnicos a la medida de las empresas del estado en función de sus planes de producción.

También hay licenciaturas e ingenierías que requiere el sector.  A diferencia de otras instituciones académicas, la UNAQ es capaz de adaptar su oferta con la rapidez que exige el sector privado, y se involucra a lo largo del proceso para aterrizar la llegada de nuevas inversiones para el sector aeroespacial. A cambio, las empresas del estado contratan a los egresados que concluyen satisfactoriamente sus estudios.

Esto es el reflejo de un modelo exitoso triple hélice, en donde se han construido sinergias entre el gobierno, la academia y el sector privado que no solo derivan en mayor actividad económica para el estado, sino también en mejores oportunidades de empleo para sus habitantes.

Destaca en particular la continuidad de esta iniciativa, la cual ha sobrevivido incluso la alternancia política entre administraciones.

Por pláticas que he tenido con diferentes funcionarios a nivel local, Querétaro sabe que la creación de este tipo de modelos industriales es una de sus fortalezas. Prueba de ello es el crecimiento en sectores de alto valor agregado como las tecnologías de la información o el sector automotriz, cuyas nuevas inversiones podrían generar más de 3 mil empleos (Líder Empresarial, 25 de mayo de 2021).

En ese sentido, el estado debe seguir explotando esta fortaleza para continuar con su recuperación económica y preparar cada vez mejor a su talento. Más aún, puede servir como ejemplo para que otras entidades y el Gobierno federal apuesten por acciones de recuperación basadas en la cooperación entre actores estratégicos, que consideren a los trabajadores como una prioridad.

Directora de Sociedad Incluyente del @IMCOmx
@Fatima_Masse

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