Tanto esperar los semáforos epidemiológicos, las legislaciones o acuerdos, para que cuando se abran las puertas de los corrales salgan toros sosos, descastados y sin trapío.
Y es que vamos a ponernos muy básicos. Cuando alguien ve anunciado un cartel taurino, uno dice, “Vamos a los toros”, “Quiero ver los toros”, “Deseo disfrutar de una tarde toros”, es decir, el protagonista de la fiesta es el toro. Todo gira alrededor del animal, si salen como los del domingo entonces, esto simplemente defrauda.
Toros descastados, gordos, sin movimiento, que al puyazo ya no es más que un montón de carne que puede que quiera embestir, pero por el tonelaje eso no sucede, simple anatomía y fisiología.
Lo peor no es eso, sino que en las casas ganaderas son unos, con astas, con trapío, bonita estampa, y cuando sallen al redondel son otros. No se si sea verdad o no, pero limar los pitones atenta gravemente a la Fiesta Brava.
Ya dejemos de lado la faramalla que se intentó poner, puede que a algún sector del público le guste, que en verdad se sientan en feria de pueblo y no en la catedral del toreo mexicano. Se entienden los temas de marketing, de “vivir una experiencia” pero eso debe ser lo menos importante, porque muchos queremos ver toros, la experiencia se vive disfrutando de las reses bravas, viendo su bravura, su casta y su entrega a querer seguir peleando.
Otras personas aficionadas a la Fiesta Brava ven primero el cartel y luego a los toros, que también son bienvenidas, pero si me permiten un consejo, a las plazas de toros se va a ver toros de lidia, los toreros son parte, pero no todo.
Este aniversario de la Plaza México nos deja como una cruda moral interesante, como cuando te emborrachas pero no sabes qué hiciste. Las cosas buenas y rescatables son: la oportunidad para los novilleros, en especial Arturo Gilio quien la aprovechó muy bien, las alternativas de Miguel Aguilar que lo hizo fenomenal y Héctor Gutiérrez, quien no tuvo tanta suerte pero sin duda el futuro luce prometedor. Además de la buena entrada del sábado y domingo.
Es fundamental seguir fomentando la Fiesta Brava pero, si no es mucho pedir, pongamos atención en la materia prima, que son los toros.
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